Cursos de Verano

La noche más hermosa del mes de abril para todos los canjilones

  • Dentro de las fiestas de la Cruz, la procesión del día 19 es el momento culminante dentro del programa de festejos

Abril es un mes mágico para Canjáyar: es el mes de sus fiestas patronales en honor a su patrona La santa cruz del Voto, una extraordinaria imagen que vive, independientemente del grado de religiosidad de cada canjilón en los corazones de todos ellos, hasta el punto de ser a quien se recurre cuando no encontramos solución a nuestros problemas.

Dentro de las fiesta de la Cruz, la procesión del día 19, que solo modifica el día de su celebración en caso de coincidir-como ocurrirá el próximo año - con la Semana Santa, es el momento culminante de las fiestas, hasta el punto de que para los canjilones no existen fiestas si no hay procesión.

La procesión hace, desde 1.677, fecha en la que se construyó el Templete de la Cruz Blanca, junto al Río Chico, poco ante de su confluencia con el Andarax. La salida se efectúa desde el Templo Parroquial en la actual Plaza de la constitución, bajando por la calle Real y atravesando el puente del río Chico, momento en el que se procede al castillo de fuegos artificiales y la traca, para unos metros más adelante, llegar el templete, besar la cruz en él instalada y regresar a punto de origen.

Entre los recuerdos imperecederos de todos los canjilones están grabadas esas cuatro filas de velas: dos que bajan hasta el remodelado templete de la Cruz Blanca y otras dos que regresan en la oscuridad de la noche y un respetuoso silencio que eleva el espíritu haciendo que tengamos la sensación de estar viviendo algo sobrenatural.

La llegada de la Cruz al puente de Río Chico y el castillo de fuegos artificiales, que rompe la quietud de la noche primaveral, haciendo que ojos y oídos se impregnen de sensaciones que emocionan a todos y preparan el terreno, para que, nada más terminar el castillo de fuegos artificiales, todos los asistentes se sumen en una sola voz, cuando algún vecino grita "Viva la santa cruz", contestando con un reiterado …¡Viva!... que sale de lo más profundo de cada canjilón.

En esos momentos parece que los vecinos y visitantes asisten a la conjunción de elementos humanos, naturales y espirituales aliados voluntariamente para hacer de esa noche: la más hermosa.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios