Almería está viviendo uno de los años hidrológicos más lluviosos a que se recuerdan en las últimas décadas y en apenas tres meses ya ha alcanzado un récord de precipitaciones que triplica la media histórica y acaba con la sequía. Después de uno de los otoños más secos y cálidos de los últimos años, la provincia está viviendo un invierno intensamente frío y el más lluvioso probablemente desde principios del pasado siglo. Si en el año 2008-09 (periodo del 1 de octubre al 30 de septiembre) se alcanzó un nivel de precipitaciones de récord, sólo comparable al registrado en los años hidrológicos 2003-04 y 1996-97 . En el que vivimos en la actualidad, ya se han triplicado.

En este contexto, los planes de emergencia llevados a cabo por parte de la Junat de Andalucía, siguen activos y tienen como objetivo fundamental el ahorro del 5% del agua en el consumo urbano y hasta el 20% en la agricultura, el sector donde el consumo dispara las cifras. Por ejemplo, en cifras andaluzas, durante la campaña pasada se han llegado a ahorrar 189 hectómetros cúbicos de agua en Andalucía, fruto de la modernización de las infraestructuras llevadas a cabo por los productores almerienses en las últimas décadas.

La provincia ha soportado, al menos durante los últimos 35 años, cuatro importantes periodos de sequía, donde existieron valores anormalmente bajos de lluvia por debajo del 50% de la cantidad considerada como normal. Al menos durante dos años no se hablará más de sequía febrero se ha marcado un antes y de continuar la tendencia al alza en la pluviometría no harán falta las desaladoras proyectadas en el Programa AGUA que el Gobierno puso en marcha tras derogar el trasvase del Ebro. Ríos como el Andarax han rugido como nunca antes en los últimos meses y han llegado a alcanzar caudales por encima del metro y medio.

Otro de los ejemplos más claros de las precipitaciones acumuladas en la provincia son los embalses, sobre todo el de Benínar, que están ya en niveles nunca vistos. Según los datos de la Red Hidrosur de la Agencia Andaluza del Agua, el pantano del Poniente supera los 27 hectómetros cúbicos frente a los 12 que tenía el año pasado por estas fechas. Tiene más de 20 metros de altura porque desde que comenzó el año hidrológico ha recogido 615 litros por metro cuadrado, una cifra que duplica los 343 de media anual.

La estación de pluviometría de Bayárcal acumula 721 litros por metro cuadrado, frente a los 500 de media histórica anual o a379 del pasado año en febrero. Otra de las que evidencian el comienzo fulgurante del año hidrológico es la estación del Puerto de la Ragua con más de 650 litros por metro cuadrado frente a los 530 del año pasado que ya de por sí fue uno de los periodos más lluviosos. En la capital ya se han acumulado 339 litros por metro cuadrado, cifra muy superior a los 176 del pasado año.

La experiencia acumulada ha hecho que en Almería, desde hace unos años, la gestión de los recursos hídricos se base en una visión plurianual, a medio y largo plazo. Atrás quedaron las épocas en las que se gastaba el agua disponible durante el año hidrológico y se confiaba en que durante el siguiente volviera a llover y los embalses recuperaran sus niveles normales de llenado.

La Ley de Aguas tiene que hacer frente a las necesidades de los núcleos urbanos, de las industrias y de las actividades agrarias y ganaderas. Todo ello sin olvidar elementos fundamentales en la gestión de cualquier recurso como la sostenibilidad, la eficiencia o el imprescindible acompasamiento de las políticas de agua con los planes de desarrollo económico.