Las cerca de 30.000 hectáreas de cultivos invernados que posee la provincia de Almería no son sólo un sistema de producción que da sustento a cerca de 50.000 familias de forma directa e indirecta, sino que también es una forma de cultivar frutas y hortalizas que se ha erigido por méritos propios, desde hace años, en un referente internacional en agricultura sostenible.

Tal es así que el campo almeriense es motivo de estudio y análisis por parte de técnicos y productores del sector agroalimentario de todas las zonas de producción del mundo, que buscan aprender de las características positivas que atesora este modelo para trasladarlas a sus respectivos territorios, tales como su contribución a la reducción de emisiones de dióxido de carbono, los mecanismos de producción integrada, que aúnan control biológico en detrimento de productos fitosanitarios, todo ello, con el objetivo de configurar una agricultura más respetuosa con el medio ambiente, además de optimizar el uso del agua, un bien escaso en pleno siglo XXI, y luchar contra el fenómeno de la desertificación, contribuyendo a fijar el suelo al territorio.

En este sentido, el responsable del Departamento de Transferencia e Infraestructuras de la Estación Experimental de la Fundación Cajamar Las Palmerillas, Juan Carlos Gázquez, tiene previsto participar hoy en un ciclo de charlas en Berlín, en el marco de Fruit Logistica.

Se trata de una jornada organizada por la Asociación Europea para la Protección de Cultivos en la que se expondrán una serie de iniciativas para reducir y eliminar el uso de pesticidas en cultivos hortícolas.

En concreto, se va a presentar un proyecto que se está desarrollando conjuntamente entre esta Asociación y la Estación Experimental de Cajamar sobre Prácticas Agrícolas Sostenibles, basado en la experiencia adquirida en Almería durante los últimos años.

La intervención de Juan Carlos Gázquez se realizará entre las 12:15 y las 13:15 horas en el pasadizo ubicado entre el Pabellón 1 y 2 del recinto ferial berlinés y se espera que despertará el interés de técnicos y productores de cultivos de frutas y hortalizas no sólo andaluces, sino de otros países que llevan años fijándose en el buen hacer del modelo agrícola almeriense.

El modelo productivo almeriense será expuesto de esta forma ante los ojos del mundo agrícola como una forma de cultivar frutas y hortalizas libres de residuos de plaguicidas, pues el objetivo a corto plazo pasa por contar con el 100% de hectáreas bajo control biológico, algo impensable hace tan sólo cinco años.