DESCENSO DE BARRANCOS

Barrancos y cañones como hábitat natural

  • El almeriense Francisco José Sánchez, campeón del mundo de barranquismo en el Open Canyoning World de Colombia

Sánchez conversando con un compañero.

Sánchez conversando con un compañero.

El nombre de Almería ha vuelto a llegar hasta lo más alto de un podium deportivo de nivel internacional. Fue gracias a Francisco José Sánchez Sánchez, que junto a otros dos compañeros se proclamó campeón del mundo de barranquismo en el Open Canyoning World 2019 en Colombia. Un gran logro por parte de este almeriense de 41 años de edad que se alzó con el título en su primera participación de categoría mundial, el mismo que une a los que ya contaba en su palmarés de carácter autonómico y también estatales en modalidades como la espeleología, entre otras.

Posando con su título mundial. Posando con su título mundial.

Posando con su título mundial.

"Después de tanto entrenamiento, de la nutrición estricta con la que debes preparar este tipo de competiciones, me llevo unas sensaciones muy buenas. Fue una prueba en Antioquia (Colombia), en el Barranco de San Félix, muy distinta a lo que estábamos acostumbrados. No tenías que ir de un punto a otro y con un crono. Iba por pruebas, basadas en la seguridad", comenta Sánchez, que hace hincapié en el gran trabajo que hay detrás de este título mundial. "Antes de la competición estuvimos seis días sin salir del barranco. Subiendo y bajando. A 2.500 metros de altitud, con un 80% de humedad. Allí es invierno y había mucha agua, aunque no tenía mucho empuje, como la de aquí, porque está muy caliente", afirma.

Miembro de Cota Máxima, club de espeleología almeriense que cuenta con unos cuarenta socios, es director del Centro de Enseñanza de Técnicos Andaluces (CETA) y gerente de la empresa de turismo activo Aventura Máxima. Con 9 años comenzó a practicar de forma habitual actividades en la naturaleza, como la escalada, gracias a su paso por los scouts. Posteriormente formó parte del Grupo de Montañismo Cóndor, donde siguió nutriendo su pasión por el deporte en la montaña. Según su experiencia, que es más que destacable como ya comprobaron en tierras colombianas a principios de este mes de octubre, "hacer deporte en la naturaleza es lo mejor, todo el mundo que lo prueba se engancha al barranquismo. Estás al aire libre, tienes agua y no es necesaria una preparación tan física y técnica como la escalada ni te provoca una sensación de claustrofobia como la espeleología".

Posando con sus compañeros. Posando con sus compañeros.

Posando con sus compañeros.

Deporte bonito, pero caro. Al ser una disciplina deportiva considerada como minoritaria, no tiene demasiadas ayudas a no ser que entren en escena los patrocinadores. "Todo el viaje para participar en un evento como el de Colombia te lo tienes que pagar tú. Me costó alrededor de 1.500 euros poder ir", confiesa Francisco José Sánchez, que ya tiene en su mente su siguiente reto: Campeonato del Mundo 2020. Se disputará en la isla de Creta (Grecia). También espera que se organice un Open de España en Paterna del Río, uno de los lugares de la provincia de Almería más idóneos para la práctica del descenso de barrancos.

"Aquí tenemos Alhama, Paterna del Río, Bayárcal, Bayarque... Y el Cañarete, que es donde suelo entrenar. Los pescadores se quedan mirando cuando me ven con el neopreno por la montaña, siempre se me ha dado bien correr por los barrancos. También subo y bajo corriendo a las Antenas de Aguadulce, te da mucho fondo", asegura este deportista y amante de la montaña que ha dejado el eco del nombre de su tierra sonando, hacia todo el mundo, por los cañones colombianos, donde demostró que los barrancos son su hábitat natural.

Preparado para bajar por las rocas. Preparado para bajar por las rocas.

Preparado para bajar por las rocas.

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