Elche-Almería

Castigo a la racanería (1-0)

  • Paupérrima propuesta del Almería en Elche, donde solo dispara una vez entre los tres palos Gol de carambola de Javi Márquez Claro penalti de Lombán a Óscar Díaz no señalado en el 90'

La rácana propuesta del Almería en el Martínez Valero es tan lícita y legítima como exasperante para el aficionado que paga por su localidad o, con mayor crueldad si cabe, para el que viaja. En las primeras jornadas el equipo jugaba bien y no ganaba; ahora juega mal y tampoco lo hace. Golpes de fortuna como ante el Getafe se dan pocos.  

Francisco se vio abocado una vez a darle un giro radical a su forma de concebir el fútbol, pasando del toque al efectismo, y tras agotar este segundo recurso debe reinventarse si no quiere ser engullido de nuevo por las fauces del descenso.

Camuflar de plan perfectamente orquestado y plasmado en una hoja de ruta el hecho de jugar 85 minutos a verlas venir para intentar algo en el tiempo de propina suena a chifla barata, a broma de mal gusto. Eso intentó venderse ayer tras la derrota, pero al que viera con sus ojos el partido no se la dan con queso.

Porque el Almería estuvo en todo momento a merced de un rival que a poco que hubiera tenido mayores dosis de calidad en las botas de sus jugadores le habría hecho un roto a los rojiblancos como ya se lo hizo el Athletic no hace tanto.

Si difícil era superar la mala primera mitad desplegada hace una semana frente al Getafe, en Elche se rizó el rizo cuajando 45 minutos aún más desastrosos, con el único mérito de un disparo de Verza en el 43' desde la frontal del área que, tras golpear en un rival, casi despista al meta Toño.

Antes de eso la nada más absoluta. El equipo ni siquiera pisó el área rival salvo en contados centros desde las bandas que no encontraban rematador, pues todos estaban ocupados en defender como posesos, sin pararse a pensar que en el terreno de juego hay dos porterías, sin proponer si quiera una salida al contragolpe.

Tanto se centraron los unionistas en anular al contrario que acabaron anulándose a sí mismos. El pelotazo (versión futbolística de la patada a seguir en rugby) de Torsiglieri para Jonathan fue el recurso más manido de un Almería impotente que volvió a pecar de graves despistes defensivos. A los 6 minutos Edu Albacar daba el primer aviso con una falta lateral botada al corazón del área donde Del Moral no acertó a rematar libre de marca y delante de Esteban.

Al cuarto de hora un mal despeje de Torsiglieri caía a los pies de Cristian Herrera, dispuesto para encarar a Esteban, pero la rápida respuesta del meta avilesino abortaba otra clara ocasión de gol. A la media hora de juego un nuevo error en el marcaje del central argentino permitía a Lombán cabecear sin oposición a la altura del punto de penalti un saque de esquina lanzado por Damián que se marchó rozando la escuadra. La posterior bronca de Trujillo lo dijo todo.

A falta de cinco minutos para el descanso aún hubo tiempo para que Edu Albacar probara a Esteban con un libre directo que el asturiano sacó bajo el larguero con los puños.

Con Aleix y Suso perdidos en un continuo e improductivo intercambio de bandas y el centro del campo viéndose desbordado por Javi Márquez y Rubén Pérez pese a la teórica superioridad numérica, lo mejor que pudo ocurrirle al Almería fue irse al descanso con 0-0 en el marcador. Poco varió el escenario en el segundo acto. El Almería seguía decidido a jugarse el partido a cara o cruz en la recta final y salió cruz. Dos llegadas por la banda de Del Moral culminadas con sendos disparos ajustados al poste fueron el preludio del tanto franjiverde, que llegó después de un despeje de Esteban que cayó en las botas de Javi Márquez al borde del área, sacándose un zurdazo que tras golpear en Cristian Herrera se coló en la red almeriense.

Solo cuando se vio por detrás en el marcador Francisco se decidió a mover el banquillo, dando entrada a Barbosa y Soriano. El luso tuvo el posible empate con un disparo dentro del área que le salió desviado. Luego, la típica reacción corajuda para salvar los papeles y maquillar la penuria. Con el Elche perdiendo tiempo descaradamente, el Almería pidió un claro penalti sobre Óscar Díaz en una melé en el área. No se concedió. Y es que sin siembra no hay cosecha.

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