Si algo ha aprendido Francisco desde su abrupta salida de la UD Almería es que en el fútbol la paciencia es una virtud a la par que una buena aliada para los entrenadores. Su fallida experiencia en el Córdoba el pasado verano así se lo corrobora y tal vez por eso el técnico almeriense esté midiendo mucho el próximo paso a dar en su carrera deportiva.

Su primera decisión fue declinar la oferta de renovación que le había planteado la SD Huesca para continuar su proyecto deportivo en Segunda pese al descenso, en busca de volver a la Primera, pero el almeriense alegó desgaste para intentar buscar otro destino.

A lo largo del mes de junio se le ha vinculado con mucha fuerza al CD Tenerife, que busca técnico para su banquillo al no seguir Luis César Sampedro, que eludió el descenso a Segunda B en las cuatro últimas jornadas. Francisco agradeció a Víctor Moreno, director deportivo chicharrero, la propuesta, bastante suculenta en lo económico y potente en lo deportivo, pero la semana pasada la descartó.

Su idea pasa por seguir en Primera, donde hoy por hoy están todos los banquillos cerrados salvo el del último integrante de la categoría, Deportivo o Mallorca. En tierras baleares parece que confiarán en Vicente Moreno pase lo que pase, pero no está tan claro lo que sucederá con Pep Martí en La Coruña. En caso de no subir la plaza gallega es muy atractiva, ya que se trata de un Primera en Segunda. De lo contrario tendrá que optar por aguardar a la primera destitución en los banquillos de élite.