fútbol

Alcaraz es medio equipo (0-3)

  • Un doblete del centrocampista catalán, que firma sendos golazos, abre el camino de la victoria ante el filial sevillista

  • Juan Muñoz redondea la goleada tras gran pase de Morcillo

Un lance del partido.

Un lance del partido. / Juan Carlos Muñoz

Había cierto temor al patinazo en el feudo del colista de la categoría, pero un Almería casi tan imberbe como el filial sevillista (Joaquín, Pervis, Sulayman, Gaspar, Pozo o Soleri, titulares todos, son sub-23), supo ganarle la partida de principio a fin a un rival que tal vez se jugaba su último cartucho para albergar esperanzas de salvarse del descenso.

El Almería supo tirar de oficio para controlar de principio a fin un choque en el que solo en los instantes iniciales pareció inquietarlo el Sevilla Atlético, que nunca dejó de buscar la remontada pese a los zarpazos que iba recibiendo. Rubén Alcaraz fue el nombre propio del enfrentamiento sin lugar a dudas. El centrocampista catalán cuajó una actuación pluscuamperfecta sobre el césped de la Ciudad Deportiva hispalense para reivindicar nuevamente que es un jugador de Primera encorsetado en Segunda por la gran calidad y fondo de amario del centro del campo del Girona, club desde el que en buena hora llegaba cedido el pasado verano.

En otra lección de llegada desde segunda línea y golpeo exquisito, el barcelonés firmaba un doblete para desarmar la resistencia de los de Tevenet, a quienes un excanterano suyo, Juan Muñoz, les daba la puntilla en la recta final, tomando una bocanada de confianza ante la pertinaz sequía goleadora que viene arrastrando al igual que el resto de arietes del equipo.

De entrada Lucas Alcaraz introdujo dos modificaciones en el once, ambas en la zaga, dando entrada a Morcillo por Trujillo y a Pervis en el lugar de Nano. El resto del equipo era el mismo que cayó derrotado frente al Osasuna y lo cierto es que los reajustes funcionaron bien. En particular la buena conexión que Sulayman hace con Alcaraz en el doble pivote, firmando el gambio una tarjeta impecable en el aspecto de contención y aportación en el juego aéreo que viene a paliar en buena medida el temor que había por la grave lesión de Mandi.

En esos dos futbolistas radicó la clave del partido porque se jugó al ritmo que ambos marcaron, con menor protagonismo del habitual para los extremos, al punto de que Lass fue sustituido prematuramente sin entrar apenas en juego, si bien Gaspar sí aportó el desequilibrio falto de finalización del que viene haciendo gala.Salvo un envenenado disparo cruzado de Alejandro Pozo que salía rozando el poste en los primeros compases del duelo, el Almería dispuso de las mejores aproximaciones al área de Caro, reclamando hasta tres penaltis en apenas un cuarto de hora sobre Soleri, Joaquín y Sulayman, no siendo el primero pero con claros agarrones en los otros dos que el árbitro no quiso ver.

Rubén Alcaraz tomó pronto el mando de las operaciones y a los 15 minutos de juego ya probó los reflejos de Caro con un obús desde 30 metros al que respondió, no sin apuros, el meta hispalense. A los 20 minutos un nuevo misil del catalán se marchaba rozando el poste y en el 27 encontraba el premio a su insistencia sellando el 1-0 con una clase extraordinaria. Recibió escorado un balón peinado de cabeza por Gaspar, ejecutó un control espectacular con la diestra que en sí mismo ya era medio gol y culminó la acción ejecutando un disparo con la zurda que se alojaba en la red superando a Caro bajo las piernas.

Gaspar pudo ampliar distancias antes del descanso, pero la definición sigue sin ser su fuerte y un mal control con el pecho frustraba una gran ocasión a la media hora de juego, que a punto estuvo de traer como consecuencia el empate local en caso de que Lara hubiera acertado a rematar bien un despeje muerto de René, que envió alto.

Alcaraz ordenó incrementar el ritmo tras la reanudación para evitar la reacción sevillista y nada más saltar al césped Motta tuvo el 0-2, pero tras controlar con el pecho en el área pequeña, no acertó a remacharla de zurda en boca de gol. Por suerte Alcaraz casi nunca falla y así lo demostró en la ejecución de un libre indirecto por cesión a Caro que supo alojar en la escuadra.

El Sevilla Atlético pudo recortar distancias con un disparo de Carlos Fernández que pareció rebasar la línea, sin ser concedido por el colegiado. Tras el susto, el recién ingresado Juan Muñoz culminaba la goleada definiendo un pase en profundidad de Morcillo. Segunda victoria seguida a domicilio, algo que no ocurría desde el 3 de enero de 2015, y a esperar a la Cultural en otra final.

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