El fútbol y la política van de la mano en Argentina y el primer Boca Juniors-River Plate de la historia en una final de la Copa Libertadores provoca opiniones cruzadas del presidente Mauricio Macri, la oposición y los mismos clubes.
La mecha se prendió hace una semana, en el momento en que Boca Juniors se clasificó y se unió a su máximo rival en la final, algo que suscitó preguntas como si los visitantes podrían acceder al estadio, cómo sería la seguridad y si el partido se debería retransmitir en abierto, al ser de interés general.
El primero en pronunciarse fue Macri, quien publicó un mensaje en su cuenta de Twitter en el que pedía a las autoridades nacionales y de la ciudad de Buenos Aires que los hinchas visitantes pudieran acceder al estadio, al tratarse de una eliminatoria a ida y vuelta. "Lo que vamos a vivir los argentinos en unas semanas es una final histórica. También una oportunidad de demostrar madurez y que estamos cambiando, que se puede jugar en paz. Le pedí a la Ministra de Seguridad que trabaje con la Ciudad para que el público visitante pueda ir", dijo el jefe de Estado.
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