VOLEIBOL | Superliga (Tercer partido de la final)

¡Unicaja Almería levanta la duodécima! (3-1)

  • Seis años después, Unicaja Almería vuelve a subirse a lo más alto del podium en un Moisés Ruiz que fue una auténtica bombonera

  • Merecido éxito para Manolo Berenguel, que devuelve al club de su vida a Europa

Punto de la victoria de Unicaja Almería frente a Melilla/Rafael González

No es una. Ni dos, ni tres, ni cuatro, ni cinco, ni seis, ni siete, ni ocho, ni nueve, ni diez, ni once. Ésas fueron hasta la noche de ayer. ¡Ya son doce! Doce Superligas las que luce con orgullo el mejor club de voleibol de la historia de España: Unicaja Costa de Almería, el orgullo de una ciudad mediterránea que siempre apuesta por el verde.

La fiesta se desató en el Moisés Ruiz como la ocasión lo merecía. Se vivió unas de esas tardes que nunca se olvidarán, uno de esos partidos que quedan para los anales de la historia del deporte almeriense. El club ya había colgado en sus redes sociales un mensaje a lo largo de la mañana en el que informaba que ‘No hay billetes’. El Moisés Ruiz se iba a quedar pequeño, iba a ser una olla a presión que terminara de asfixiar a un batallador Melilla.

La temporada no ha sido nada fácil para los de Berenguel. A pesar de tener un señor equipo [más humilde que los del gran Unicaja precisis de 2008, pero con un orgullo infinito], los confinamientos y las suspensiones por la COVID no le permitieron coger la velocidad de crucero necesaria en el momento en el que debía. Así dejó escapar la Copa del Rey y así perdió el primer puesto. Sin embargo, los ‘Berenguel Boys’ sacaron el carácter ganador que se le presupone a todo jugador que defiende el escudo de Unicaja Almería y han terminado llevándose una Superliga en la que nadie le veía favorito.

La hinchada del Moisés Ruiz, volcada con los suyos. La hinchada del Moisés Ruiz, volcada con los suyos.

La hinchada del Moisés Ruiz, volcada con los suyos. / Rafael González

Las cosas no comenzaron bien. Como en cuartos, como en semis. Se veía a los verdes nerviosos, con ganas de cerrar los puntos demasiado pronto. Aunque Unicaja gozó de las primeras ventajas y llegó a estar tres puntos por encima, el saque no le funcionaba y era Melilla el que llevaba el peso del set. El 15-16, primera ventaja azulona, marcaba el desarrollo de una manga en la que los de Berenguel se entonaron al final, pero ni estaban cómodos en recepción ni estaban escogiendo bien los ataques. Scarpin, con un block-out, ponía el 0-1 (22-25).

Unicaja espabila de la mano de Kukartsev

Le dolió a los pupilos de Berenguel la situación. La fiesta se estaba estropeando de inicio, pero la afición se empeñó en que el ánimo no decayera y levantó el ánimo de los suyos. Poco a poco Kukartsev fue calentando su cañón y el conjunto ahorrador lo agradeció. Melilla no perdía comba en los primeros puntos, Unicaja se había distanciado pero los visitantes recortaban. El segundo set estaba interesante, pero en los puntos decisivos, ahora sí, los locales se mostraban resolutivos. Y estaban bloqueando mejor. El opuesto almeriense ponía el 1-1 en el luminoso con un gran remate (25-23).

¿Quién sabe qué habría pasado si la COVID no se hubiera cebado con los verdes ante de la Copa? La sensación es de doblete

Unicaja ya había enfilado el camino, ahora sí que comenzaba a sentirse campeón. Tenía cada vez más cerca la Superliga, la saboreaba, la palpaba. El tercer set podía y debía de ser el decisivo y los ‘Berenguel Boys’ sacaron su mejor voleibol. Cuando Jorge Fernández da una clase magistral de voleibol, lo mejor es admirar y aplaudir. Así lo hacía el público, cada vez más volcado, y así lo notaba un Melilla que trataba de quemar sus cartas con mucha dignidad, pero se estaba viendo claramente superado. Las distancias, poco a poco, comenzaron a abrirse. Lo mejor no era el resultado, sino la sensación de solidez que estaba dando un Unicaja Almería que volaba de la manos de sus hincha en la cancha de la Avenida de Níjar. David López, con un bloqueo maravilloso, puso el 2-1 para los locales. Abrazos sobre la pista y un grito de Manolo Berenguel que se escuchó en toda Almería. Ahora sí que faltaba un paso nada más (25-16).

Los jugadores levantan la duodécima Superliga. Los jugadores levantan la duodécima Superliga.

Los jugadores levantan la duodécima Superliga. / Rafael González

Nadie quería sentarse ya en su asiento, la afición saltaba, brincaba y disfrutaba con cada punto de Unicaja. El partido estaba visto para sentencias, Unicaja tenía atado y bien atado el título. Era cuestión de esperar a que fueran cayendo los puntos. ¡Después de seis años, qué son 25 puntos!

24-17, 24-18, 24-19 y ¡¡¡25-19!!! ¡Ahora sí que Unicaja Almería volvía a ser supercampeón de la Liga Española! Piña verde sobre la cancha, honor a un Melilla que también dio una auténtica exhibición de voleibol y el ‘We are the champions’ que atronaba en el Moisés Ruiz para el doce veces campeón liguero.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios