El Unicaja puso fin a su racha de tres derrotas consecutivas gracias a un trabajo y contundente triunfo, sin ceder ni un set ante un rival que necesitaba ganar como el comer al no haber puntuad aún esta temporada. El Palma demostró desde el inicio que, si los rivales se querían llevar algo de Son Moix, se lo pondrían extremadamente difícil.

Tras un arranque igualado con tanteos en el marcador, el Palma consiguió abrir una brecha en el marcador de tres puntos con Abel Bernal al servicio y dos puntos de mucho mérito. El Unicaja logró recortar la distancia poco a poco hasta igualar a trece. Ahí, una racha de los almeriensesde cuatro puntos consecutivos con Moisés Cezar al saque hizo que los visitantes se pusieran por delante. El Palma cortó la dinámica, pero después volvió a errar en el tramo final de set y un parcial de 5-10 dio la primera manga al Unicaja.

El Palma no perdió la cara al partido y arrancó el segundo set sabiendo que las posibilidades de llevarse el partido aún estaban ahí y el gran inicio de manga lo corrobora. Los baleares se pusieron 5-2 arriba en un arranque explosivo y prometedor. Pero una nueva racha de cuatro puntos consecutivos dieron la vuelta al marcador. Ambos equipos entraron en un tanteo en el que el Unicaja siempre lograba mantener ese punto o dos puntos de ventaja.

Con un 20-22 los baleares lograron igualar a 22, pero un error en el saque y un bloqueo al remate de Cairús dieron dos bolas de set a un Unicaja que perdonó la primera, pero no la segunda. En el tercer set del 3-1 se pasó a un 6-6 y posteriormente un parcial de 0-3 permitió a los de Manolo Berenguel ir por delante hasta el 12-12. Era el día del conjunto ahorrador que volvió a sacar músculo con un parcial de 3-8 que condenó al Palma.