UD Almería-Sevilla FC

Vuelta completa en blanco (0-2)

  • La gran primera mitad cuajada ante el Sevilla no es suficiente para sumar y el Almería concluye la primera vuelta sin ganar en casa.

Definitivamente Unai Emery le tiene bien tomada la medida a la UD Almería cada vez que visita el Juegos Mediterráneos. Era la quinta como técnico de Primera y supuso su cuarta victoria, a la que hay que unir un empate cosechado al frente del Valencia. Y si el triunfo de ayer tuvo un padre ése fue el entrenador vasco, quien tras una primera mitad muy igualada no dudó en introducir en el campo a Coke por Pareja para desempeñar las funciones de mediocentro. 

El atrevimiento táctico de darle la alternativa a un lateral como organizador debido a las bajas que arrastraba en la medular (el mismo que tantas veces le ha granjeado feroces críticas) fue clave en el devenir del encuentro para desequilibrar la balanza en favor de los hispalenses tras un primer acto muy igualado donde el Almería pudo cobrar ventaja. 

Y es que los de Juan Ignacio Martínez salieron dispuestos a revertir la pésima racha en casa, olvidando también la media docena de ausencias, que obligaron a dar entrada a Dos Santos en el eje de la zaga, donde pasó las de Caín para sujetar a Bacca dando síntomas de falta de cintura y punta de velocidad, y escorar a Fran Vélez al lateral diestro. 

Con esos mimbres, unidos a la previsible inclusión de Wellington en el once para cubrir la baja de Thievy, Almería y Sevilla ofrecieron un juego vistoso con mucha alternancia en los primeros 45 minutos, en los que destacó sobremanera la figura del capitán Corona. 

El centrocampista talaverano dio un recital de temple, buena distribución y profundidad buscando constantemente los desmarques de Hemed, demostrando controlar el tempo del juego en todo momento y haciendo que el Almería bailase al son que dictaban sus botas. 

Fue un deleite ver al '15' rojiblanco emulando sus grandes tardes como unionista y vislumbrando que a sus 33 años aún le queda mucho fútbol por ofrecer gracias a la confianza que JIM depositó en él desde el primer momento de su llegada. 

Hemed y Corona, bien secundados por Édgar y Wellington en las bandas aunque las más de las veces se perdían en caracoleos absurdos y en intentar regatearse a sí mismos, representaron lo más positivo, mientras que en el lado negativo habría que apuntar el despiste total con el que salió Thomas, que a la media hora de juego veía cómo Prieto Iglesias se hacía el sueco para perdonarle la segunda amarilla y expulsarlo prematuramente. 

Un par de intervenciones de Beto ante acometidas de Hemed y Corona por parte local y un cabezazo fuera de Carriço en la cuenta visitante fueron las ocasiones más significativas hasta que en el descanso Emery dio un golpe de timón que cambió la cara del partido. 

El primer aviso, no obastante, corrió por cuenta unionista nada más regresar de vestuarios cuando Wellington se marchó de Aleix en semifallo y fusiló para que Beto repeliera el esférico con seguridad. Poco a poco el Sevilla fue adueñándose de la zona ancha y en dos acciones elaboradas logró inclinar la contienda a su favor. 

El primer tanto nace de un balón sin aparente peligro que Aleix se lleva en la banda ante la escasa oposición de Thomas y que concluye en un rechace en el área rojiblanca del que Iborra da buena cuenta conectando un zurdazo desde la frontal imposible para la estirada de Julián. 

El Almería acusó el golpe y cual boxeador noqueado encajó otro tanto en apenas seis minutos. Esta vez fue Coke quien remachaba a la red un rechace de Julián, que había salido a tapar la penetración de Bacca aprovechando un buen desmarque por dentro. Con el 0-2 en el marcador el Almería se volcó en ataque y tuvo ocasiones para acortar distancias e incluso empatar. 

El protagonista de ambas fue Hemed, al que primero Arribas y después Iborra le sacaron sendos balones en la línea de gol tras un disparo y un cabezazo. JIM sabe que la salvación pasa por reaccionar en casa y en ello sigue.

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