FÚTBOL

El esférico, el mejor eje integrador

  • El Gabriel Cara ha ido creciendo, sacando a jugadores de entornos conflictivos y siendo un referente en el poniente

El conjunto juvenil forma antes de un partido

El conjunto juvenil forma antes de un partido / D.A.

"El Juzgado de Menores de Almería nos ha llamado para felicitarnos por la gran labor que estamos haciendo". Son palabras de Simeón Dimitrov. Puede parecer presuntuoso. Pero el que conozca a este joven búlgaro afincado hace tiempo en el poniente almeriense, sabe que la humildad es una de sus principales señas. Otrora agente de la RFEF, ahora hace las labores de director deportivo y entrenador en el Gabriel Cara, club nacido hace un lustro en Roquetas de Mar con el objetivo de ayudar a niños con condiciones menos favorables para integrarlos en la sociedad. "Ese era el objetivo del club en sus inicios. En vez de que estuviesen perdiendo tiempo en la calle, queríamos que aprendiesen valores y fútbol en el club, con beneficios para su salud física y mental, alejándolos de los malos hábitos de la vida", expone Dimitrov.

Lejos de una vida de película, algunos de los jugadores del Gabriel Cara se han metido en algún que otro problema hasta el punto de acabar en el Juzgado de Menores. El balón ha cambiado ese estilo de vida gracias a la labor del club roquetero, presidido por la rumana Mariana Voinea (su esposo, Gheorghe, es el secretario). La política del Gabriel Cara es diferente, dándole una importancia mayúscula a la formación, sin perder de vista tampoco los resultados deportivos. Con 70 niños y jóvenes, se encuentra en constante crecimiento, ampliando su número de equipos a cuatro (infantil, cadete, juvenil y un benjamín de escuelas).

"Tenemos otra forma de ser, distinta a la de otros clubes de la zona. El perfil socioeconómico y cultural de los futbolistas que componen nuestras plantillas es de clase social media-baja, con muchos problemas tanto en casa como en el instituto", explica Mariana Voinea tras uno de los entrenamientos del equipo, celebrado en el IDM Las Marinas. En esa sesión, por cierto, destaca el mediocentro Lenilson David Acasiete, sobrino de Santi, central peruano que tiene el honor de ser el cuarto jugador con más partidos en la historia del Almería (213).

No fue fácil comenzar un club nuevo y menos con esa filosofía. "Partimos desde cero y sin base, con niños sin experiencia en el fútbol e incluso rechazado por otros clubes. A día de hoy nos hemos ganado el respeto de todos los clubes de la provincia por el buen hacer de los diferentes equipos, obteniendo buenos resultados deportivos", asevera Dimitrov. "Es verdad. He notado mucho la evolución desde que llegué hasta ahora, nos hemos ganado el respeto, como dice el míster. Llegué siendo nadie a este club, nadie me había dado la oportunidad brindada aquí. Doy las gracias a todos por la confianza que han depositado en mí. Ahora soy uno de los jugadores más destacados del equipo", comenta Ibrahim Arroucou, capitán del conjunto juvenil.

Cuestionados sobre cuál ha sido el mayor logro de la entidad roquetera en estos pocos años de vida, sorprende la respuesta de Dimitrov, alejada de cualquier resultado deportivo: "Hemos conseguido integrar a los niños en la sociedad gracias a los valores que inculca el fútbol", responde. Pero, eso sí, directiva, técnicos —titulados— y jugadores quieren continuar creciendo en cuanto a números de equipos se refiere e ir ascendiendo a categorías superiores, además de poner en marcha un equipo sénior.

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