Almería - Racing · la crónica

A falta de pan bueno es Charles (2-1)

  • El brasileño acude al rescate en un partido que se puso cuesta arriba. Un penalti riguroso a favor y la expulsión de Jairo, decisivos.

Ya no se trata de dar un enfoque optimista o pesimista, sino de contar la cruda realidad tal y como se presenta. El Almería está sumido en una honda depresión de juego que le inhabilita para ganarle a su propia sombra salvo que, como ocurrió ayer, el árbitro le eche un cable sacándose de la manga un penalti más que riguroso y expulsando a un rival a falta de media hora por una protesta y un desplazamiento del balón. Justo, pero exagerado. 

En el naufragio en el que se halla sumido desde hace varias jornadas, el equipo no sabe si pagarle la moneda a Caronte para cruzar la laguna Estigia o pelear en esta orilla por un objetivo que aún es factible, más realista a través del play off que de forma directa. 

Lo más importante del triunfo ante el Racing es precisamente eso, que los tres puntos permiten mantener a raya a la Ponferradina, aspirante a entrar en la zona noble, y de paso garantizan una semana tranquila para preparar la visita a Lugo. 

La lectura pragmática de los hechos da para eso y para destacar la labor de Charles. A poco que sus compañeros se contagien de su combatividad mucho camino se habría recorrido, pero la tónica ayer fue de un estupor y apatía impropias para un equipo que se juega nada menos que el ascenso a Primera División y sabía que recibía a un rival que tiene pie y medio en Segunda B. 

Hubo un buen tramo de la primera mitad en la que el Almería dio vergüenza ajena. Por duro y peyorativo que pueda resultar el comentario fue así, de poco sirve edulcorar la realidad. Lo bueno es que el técnico parece por fin haber diagnosticado el problema y se está afanando en intentar articular una solución antes de que el enfermo se desangre. 

Viendo que el adversario no es tan fiero como dicta la tabla, el Racing se animó a buscar la meta de Esteban y a los 26 minutos Jairo daba un aviso que se topó con la respuesta del meta. Tres minutos después ponía por delante a los santanderinos haciéndole un traje a Christian dentro del área. 

El sonido de viento se dejó oir en la grada, pero la afición no quiso hacer sangre y entendió que era tiempo para echar un cable. El partido parecía encarrilado para los cántabros, más aún teniendo en cuenta la dificultad de los rojiblancos para voltear marcadores adversos, pero pocos contaban con el protagonismo del colegiado. 

A los 35 minutos Valdés Aller se sacó un penalti de la chistera para jolgorio de la parroquia local, al parecer por un agarrón en el área tras un tira y afloja con Charles. Lo de 'al parecer' es literal, porque la imagen de televisión deja en mal lugar al árbitro. 

Incuestionable es que Charles no falló desde los once metros y el equipo firmaba tablas al descanso, un mal menor dadas las circunstancias. 

Tras la reanudación el panorama mejoró algo, sin lanzar las campanas al vuelo. Charles, con un cabezazo al larguero, un disparo lejano de Iago o una falta de Verza que se paseó delante de tres compañeros en boca de gol pudieron adelantar al Almería, pero el Racing también la tuvo si no es porque el oportunismo de Gunino evitó el remate franco de Koné o Martí Crespí en la salida de uno de tantos córners que siguen estando mal defendidos. 

El tanto de la victoria iba a llegar como resultado de un contragolpe conducido por Abel, que viendo la incorporación de Christian por banda la cedió para que el lateral pusiera un centro medido a los dominos de Charles, donde el brasileño no perdona. 

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