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Ni mejor ni peor que los demás

  • El central uruguayo aportó salida del balón desde la defensa

No merecía Marcelo Silva la vuelta a la titularidad en un partido tan gris del equipo. El central llevaba bastante tiempo esperando su oportunidad para demostrar que puede hacerse con un puesto en el once, pero el mal partido en líneas generales del Almería empañó algunas buena acciones de Silva. Y es que el charrúa aportó potencia por alto y buena salida de balón, pero los nervios le jugaron una mala pasada cuando los minutos se consumían y la primera derrota en casa estaba más que amasada.

En una primera parte tranquila defensivamente, en la que el Almería sólo sufrió por alguna cabalgada por la derecha del ataque lucense, Marcelo Silva le ganó la partida a Óscar Díaz. El defensor estuvo muy seguro para despejar un buen lanzamiento de falta visitante de Manu y llegó providencial para cortar una subida de Seoane, que le había ganado la espalda a Raúl García en una acción parecida a la del gol.

Al poco de comenzar la segunda parte, el 0-1 fue un jarro de agua fría y sacó una cara del equipo hasta ahora desconocida, con fallos impropios en pases fáciles. El trabajo de Silva a la hora de robar seguía siendo bueno, pero las entregas eran comprometidas. Así perdió dos balones por nervios: uno por querer salir de atrás de cabeza demasiado rápido y no controlar el cuero, y el segundo por dar un pase casi imposible a Mejía. Lo cierto es que el equipo apenas sufrió defensivamente, pero si las pocas llegadas visitantes se traducen en gol, el aprobado general es complicado.

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