Ayer por la tarde concluía el curso de verano 'Sociedad y Toros. Nuevos Discursos para antiguas tradiciones'. Y lo hizo con dos conferencias y posteriores debates muy interesantes sobre dos aspectos de la tauromaquia muy distintos y relacionados con los dos principales actores de la fiesta nacional: el toro y el torero.

La jornada comenzó con 'El torero soldado. Una visión poco convencional de la tauromaquia', a cargo de Francisco Gallardo, el cual puso de manifiesto las semejanzas entre estos dos tipos de profesionales.

Para este miembro del ejército "comparten una filosofía de vida, ya que se antepone el sacrificio, el esfuerzo, incluso se está dispuesto a dar la vida por algo en lo que se cree. En el caso de la tauromaquia por producir algo bello que produce emoción en los demás. Y luego está el orden y la disciplina imprescindible tanto para el soldado como para el torero".

Preguntado sobre cómo ha de prepararse un torero y un soldado para enfrentarse a la posibilidad de la muerte, Francisco Gallardo afirma que "en el fondo lo que pasa en la plaza es un canto a la vida, lo que pasa es que se hace invocando a la muerte. Es un canto a la inteligencia que vence a la fuerza y al instinto. Y el soldado también lucha por unos valores, no es un mercenario que se enfrenta al enemigo por dinero".

La segunda parte de la jornada estuvo protagonizada por la conferencia 'Los cambios en la crianza del toro de lidia. Nuevas perspectivas en el conocimiento de la ganadería brava', impartida por Juan Manuel Lomillos, veterinario y profesor de la Universidad Complutense de Madrid.

Este experto considera que "el toro de ahora es más toreable para el torero, más noble. En cuanto a la evolución en las fincas donde se cría al toro bravo, ahora se enfundan los pitones, se entrenan como si fueran atletas, de una manera empírica".

Las nuevas tecnologías están formando parte de esta labor cada vez más. "La ganaderías han abierto ahora las puertas a los veterinarios y a otra serie de profesionales que ya llevan años en otros sectores como los de la producción de carne o leche de vacuno. La diferencia es que en esos casos se utilizan las nuevas tecnologías para aumentar la producción, pero en nuestro caso la producción es el comportamiento del toro y eso es más difícil de valorar".

No obstante, el profesor Lomillos explica que cada vez más se utilizan GPS para monitorizar los animales y comprobar cómo se mueven por la dehesa. Incluso en los últimos años hay ganaderos que están implementando técnicas reproductivas para intentar salvar algunas razas. Hay empresas que están llevando a cabo la clonación de toros, pero aún no es algo extendido".

Una vez que ha finalizado esta edición del curso de tauromaquia, su directora, Teresa Belmonte; hacía una valoración del mismo, poniendo el acento en que "hemos depurado muchísimo el curso de verano , haciendo una propuesta mucho más abierta y flexible y realmente contemporánea. De una manera bastante aproximada a lo que es ciencia hemos ido creando nuevos conceptos, donde el rigor científico ha primado por encima de cualquier otra cuestión".

El objetivo que se puede plantear ya al pensar en nuevas ediciones del curso sobre tauromaquia "es el de mantener este elevado nivel, pensando en nuevos ponentes, en nuevos puntos de vista, en otros aspectos a analizar. Lo cierto es que es difícil superar el nivel alcanzado y supondrá todo un reto para el año que viene".

Se cierra así tres jornadas en las que el toro, el torero, los apoderados, las cuadrillas, los empresarios taurinos y los medios de comunicación han intentado definir cómo han de convivir tradición y modernidad.