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A la salvación se va por ese atajo

  • El filial da un golpe sobre la mesa y prácticamente le asegura el liderato al Albacete, su próximo rival en casa Remontada ante un gallito y tres por puntos encima del descenso

El Almería B lleva tiempo haciendo méritos para lograr la salvación y va camino de ello. Miguel Rivera sabe que no hay mejor atajo que ganar, ganar y volver a ganar, la filosofía de Luis Aragonés. Y lo está haciendo no sólo siendo eficar arriba, sino también demostrando que con buenas piezas es posible combinar un fútbol vertical con una defensa ciertamente segura.

El técnico malagueño, autocrítico como pocos y que está demostrando que es válido para estar al frente de la nave la temporada que viene si se consigue la salvación, sabe que su punto débil es la defensa y ha hecho todo tipo de conjeturas hasta acertar. No ha renunciado a su fútbol ofensivo, pero tenía claro que necesitaba en el centro del campo piezas que dieran equilibrio y la encontró en el mercado de invierno con Selfa. A raíz de ahí, y con los goles que también ha aportado Borja Lázaro desde Navidad [¿qué pensaría el club que reforzó tan bien al filial y tan mal al primer equipo?], el Almería B no ha parado de crecer y va camino de encontrar una salvación que parecía imposible con la falta de mimbres que tenía Juan Carlos Cintas durante la primera vuelta.

Ayer le tocaba visitar el feudo del segundo clasificado, una visita muy complicada en la que todos los perseguidores se pensaban que podían recortar puntos a los rojiblancos. La Hoya Lorca salió atenazado por su mala racha de resultado aunque en el minuto 8 propició una ocasión clara. Nico se sacó un disparo desde la frontal del área cuyo balón fue repelido por Víctor. Poco después, a balón parado, uno de los peligros lorquinos, llegaba el 1-0. Nico bota un saque de esquina y Francis Ferrón cabecea al fondo de la red. Tocaba remontar de nuevo y el equipo se puso las pilas justo a tiempo.

Cuatro minutos después, los centrales locales se lían y Cristóbal entra por el centro como si estuviera en su casa. Manolín que le persigue le tiene que derribar. Penalti claro, sin discusión y expulsión del mediocentro local. Lanzó el propio malagueño engañando a Alberto y empató el partido. A partir de ese momento sólo hubo un equipo y este fue el Almería B. Campos ordenó a Nico que retrasara su posición, algo que agradeció Miguel Rivera, que había sacado a Fran Vélez para seguirle por todo el campo.

El balón fue del filial y parecía cuestión de minutos que cayera el segundo, puesto que se acercaba cada vez con más peligro al portal de Alberto. Una internada por la derecha de Mario Martos la culminó con un gran centro que remató en el segundo palo Dani Romera, logrando el tanto del triunfo y una dosis de confianza para los últimos partidos.

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