SI alguno de los aficionados que ayer acudió al Mediterráneo tenía problemas de insomnsio, tuvo la mejor terapia posible. Las ovejas no se aburrieron porque no asistieron al estadio, que si no también lo habrían hecho. Lo único que mantenía en vilo a los hinchas rojiblancos y que diferenciaba el encuentro de un trofeo veraniego era el 0-0 del luminoso, puesto que quien perdiera se iba a la calle. Y después de más de cien minutos, los cambios de Alcaraz hicieron sonreir a la gente. Soriano y Ulloa sellaron el pase y la primera victoria esta temporada.