ud almería | athletic club

Un último y salvador servicio al club

  • Esteban se marcha a Oviedo emocionado, ovacionado por la afición y dejando al Almería en Primera con una parada que nunca nadie olvidará Ascenso, permanencia y mucho cariño

¡Qué mejor manera de despedirse del club en el que has estado los últimos años de tu carrera deportiva que dejándolo en Primera División después de un final de temporada para quitarse el sombrero! Ése fue el contexto en el que Esteban decidió poner fin a su etapa como rojiblanco para volver al club de su tierra en el que él siempre había soñado con retirarse: el Real Oviedo. Es cierto que el Almería aún no tenía la salvación asegurada y que igual que pudo despedirse alegre, pudo haberlo hecho con una tremenda decepción si la tarde no sale bien. Pero el asturiano confiaba en sus compañeros, sabía que su gran carrera bajo los palos no le iba a deparar un disgusto con el que marcharse de Almería y apostó a caballo ganador.

El recibimiento que tuvo antes de comenzar el partido es el deseado por cualquier profesional que ha defendido con honestidad los colores de su club. No sólo pancartas agradeciendo estos años, sino también una ovación a la que él respondió con aplausos desde su área. La afición tenía ganas de fiesta depués de un año en la que ha sufrido más que nunca hasta el último suspiro y los jugadores querían corresponder por ellos mismos y por los que también dicen adiós al club, ya que Esteban no es el único.

La primera parte fue tranquila, no exenta de algún susto, pero sin tener que realizar grandes intervenciones. El equipo contenía bien, no dejaba al Athletic aproximarse con mucho peligro, aunque en los balones largos a la espalda de la defensa sí que tuvo que mantener la cabeza fría. De hecho, las dos primeras jugadas en las que intervino el asturiano fueron en cesiones: una de Torsi de cabeza y otra algo más comprometida de Dubarbier, que acabó con falta del propio argentino al borde del área. Pese a no tener una gran altura, Esteban siempre ha sido un portero de reflejos y buena colocación para las salidas. Nuevamente tuvo que echar una mano a Duba al engañar a Susaeta en un balón colgado: el portero amagó bien y el extremo no fue al choque.

Pero el mayor susto antes del descanso, y lo que iba a significar el parón al intermedio por lo ocurrido en El Sadar, llegó a falta de tres minutos para el descanso. Saque de esquina que bota al corazón del área Beñat, Laporte remata en semifallo y Esteban que se lanza junto al palo izquierdo para ver, por suerte, cómo el balón salía lamiendo el palo.

Con el comienzo de la segunda parte, segunda ovación desde la grada, esta vez del fondo sur. Quedaban 45 minutos interminables y era el momento de que los veteranos sacaran su carácter y ayudaran a los que más nervios tenían por el parón tras lo ocurrido en El Sadar. Alguna salida, una buena anticipación a los delanteros del Athletic y en la penúltima jugada la parada de la salvación. Guillermo controla solo en el área chica, se prepara para fusilar a Esteban, pero el gato saca una mano de primera.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios