España

España defiende que el reconocimiento de las lenguas cooficiales deben ser "un caso único" español

Albares se reúne con los ministros de Asuntos Exteriores de la UE en Luxembrugo.

Albares se reúne con los ministros de Asuntos Exteriores de la UE en Luxembrugo. / JULIEN WARNAND / efe

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en funciones, José Manuel Albares, ha defendido este martes ante sus socios comunitarios que el reconocimiento del catalán, euskera y gallego como lenguas oficiales de la Unión Europea debe ser un "caso único" que se circunscriba "exclusivamente" a ellas y no a otras lenguas regionales europeas, en un intento por superar el temor a un efecto contagio de otros países del bloque.

Según ha explicado en declaraciones a la prensa al término de la reunión del Consejo de Asuntos Generales de la UE celebrado en Luxemburgo, Albares ha argumentado ante el resto de ministros que los "requisitos únicos" que cumplen las tres lenguas cooficiales españolas frente a otras regionales europeas supone que "otras lenguas no podrán ampararse en esta reforma si el Estado miembro (en el que se hablan) no lo desea".

De este modo, el ministro en funciones ha recalcado que la modificación del reglamento sobre lenguas oficiales de la UE que plantea España "indicará que se produce solo en el caso español" porque se fijarán una serie de condiciones que únicamente el catalán, el euskera y el gallego pueden cumplir en todo el territorio comunitario.

Dudas de otros miembros

"Se trata de consagrar la especificidad de España por la serie de condicionantes que reúnen el catalán, el euskera y el gallego, y que lo convierten en un caso único en la Unión Europea", ha expuesto el ministro, para recalcar después que la financiación la asumirá España.

Varias delegaciones mantienen dudas por temor a un "efecto dominó" que aliente a otras lenguas minoritarias, como el corso en Francia o el ruso en los países bálticos, a reclamar para ellos el mismo estatus que busca España para el catalán, el euskera y el gallego, pero Albares considera que estas reservas quedan resueltas con las ideas presentadas por el Gobierno en funciones.

Entre las condiciones, ha señalado el ministro, destacan que sean lenguas ya utilizadas en el Congreso de los Diputados y el Senado, que tengan un encaje claro en el marco constitucional del país y que existan ya acuerdos administrativos que permiten el uso del catalán, el euskera y el gallego en muchos trámites del Consejo y de la Comisión (no así en el Parlamento Europeo) a cargo, además, del presupuesto nacional.

Uso "amplísimo"

Albares considera que juega también a favor de la propuesta el que el uso de estas tres lenguas sea "amplísimo" y ha vuelto a poner como ejemplo el que, ha dicho, más de diez millones de personas hablan catalán, lo que supera con creces las cifras de otras lenguas oficiales de otros Estados miembro. También ha puesto en valor ante sus socios la "facilidad" de España para encontrar traductores e intérpretes de las tres lenguas, lo que "hará muy sencilla su introducción" en el régimen lingüístico.

Preguntado por la controversia creada tras el debate de septiembre, cuando ofreció a los Veintisiete agilizar la introducción del catalán por delante del euskera y el gallego, el ministro ha subrayado que la propuesta se refiere al reconocimiento "en igualdad de condiciones" de las tres lenguas, aunque sí abrió la puerta a una aplicación "secuencial" para "facilitar" su aplicación.

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