Elecciones

IU se erige en juez de la próxima legislatura al perder el PSOE la mayoría

  • Los resultados pillan a contrapié al partido socialista, que era consciente de la perdida de apoyos por la crisis

Los peores pronósticos del PSOE se cumplen en Almonte después de que no consiga amarrar la anhelada mayoría absoluta, a pesar de que su líder, Francisco Bella, vuelve a erigirse en la lista más respaldada con 4.886 votos. El PP, con José Antonio Domínguez a la cabeza, logra canalizar casi la totalidad de los ciudadanos disconformes con el actual gobierno y obtiene 4.411 votos que se traducen en nueve concejales.

IU, con el debutante Daniel Martínez, logra un escueto aumento porcentual con respecto a pasados comicios, cosechando 1.255 apoyos que le brindan dos concejales y le dan virtualmente la llave de gobierno. Finalmente el PA, impulsor de la Plataforma Independiente Compromiso con Almonte, desaparece del mapa político al no poder traducir los apoyos en un concejal, viéndose castigado de forma inmisericorde por la ley D´Hondt. Estos resultados pillan a contrapié al partido socialista, quien era consciente de la pérdida de apoyos que sufriría en una legislatura tremendamente dura donde la crisis y el estallido de la burbuja inmobiliaria le ha impedido contar con los ingentes recursos económicos de los que en antaño dispuso, lo que le ha obligado a realizar encajes de bolillos para sostener la mastodóntica plantilla municipal. Esta falta de fondos le obligó a desatender otras parcelas y amortiguar los índices de paro local mediante la contratación municipal. Este cúmulo de circunstancias derivó en un aumento de las protestas de parados que le hicieron sufrir un fuerte desgaste que, a tenor de los hechos, ha tenido una extrapolación directa en la merma de apoyos. A pesar de todo lo expuesto, sólo los peores presagios le hacían perder cuatro concejales que han pasado directamente a manos de PP e IU.

Bajo este panorama la llave de gobierno queda exclusivamente en manos de IU, a quien corresponde la administración de ese poder. La posibilidad de pacto con los socialistas se ve remota tras las tensas relaciones mantenidas en el último mandato. Del mismo modo una alianza con el PP parece poco menos que una quimera, por lo que sobre el papel no se descarta que el PSOE pueda gobernar en minoría.

La aventura en solitario para el PSOE se presume enormemente complicada, toda vez que la delicada situación económica que atraviesa la institución amenaza con hacer perentoria la necesidad de contar con una alianza fuerte que permita tomar decisiones que se auguran antipopulares.

En concreto, es necesario cortar la hemorragia de endeudamiento, cuyas cifras son la segunda más altas de todos los ayuntamientos de la provincia, sólo por detrás de la capital.

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