Feria

El centro se queda sin música

  • La Feria del Mediodía culmina a lo grande, con el centro colgando el cartel de no hay billetes y más trajes de flamenca y camperos que durante toda la semana

No hay más. El centro deja paso a la rutina. Vuelve el trabajo. Por detrás se ve ya a distancia una semana plagada de buenos ratos, esa que solo se produce una vez al año y en la que una provincia se echa a las calles de una capital. Desde hoy, habrá que acostumbrarse al síndrome postmediodía que, casualmente, para muchos va a coincidir con el final de sus vacaciones, lo cual lo hace esta caída aún más profunda. Pero a los que han asistido, que les quiten los bailado.

Los ambigús son el alma de esta celebración en las entrañas de la capital. Bien lo saben en la Plaza Vieja, la de las Flores, San Pedro, Virgen del Mar, calle Conde Ofalia y el Paseo. Sin olvidar la cantidad ingente de bares y pubs que han permanecido abiertos durante esta semana y que, como es lógico, se han aprovechado de la situación para incrementar sus ventas, pues la Feria de Almería supone un empujón económico que los hosteleros quieren y deben aprovechar.

Flores, rosas, mantillas, abanicos, trajes de flamenca, camperos y camperas, prendas ligeras y las de toda la vida. Son muchos y muy variados los estilos que se han visto en el centro durante estos días, aunque, todo hay que decirle, se ha echado de menos el vestir clásico de este tipo de celebraciones, pues los jóvenes, cada vez, se van desprendiendo de las tradiciones que, antaño, se instalaron en este tipo de celebraciones.

En cuanto al comportamiento de los almerienses y visitantes, se puede decir que ha vuelto a se correcto. Durante la Feria del Mediodía no se han producido accidentes reseñables que no sean los típicos en este tipo de festejos. Y, con todo esto, hay que esperar otros 365 días hasta que la música vuela a sonar en el centro.

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