Pesca

Gamba roja, merluza o brótola de Almería... en el Metaverso

Metasubasta en la lonja de Almería.

Escrito por

· Pablo Laynez

Redactor

Los fuertes vientos de la borrasca Ciarán impidieron salir ayer a la flota almeriense a pescar. Por causas naturales, los pescadores entienden que hay días en los que los barcos deben de estar amarrados. Sin embargo, hay otra tormenta, en este caso normativa, que está impidiendo a los pescadores trabajar con normalidad. El comisario Europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkeviius, se ha convertido en el peor enemigo de su propio sector, con unas medidas que están ahogando a la flota española.

Frente a ello, los pescadores muestran resistencia y reivindican con orgullo todo lo que hacen en el día a día para que el mar, su medio de vida, cumpla todos los cánones de sostenibilidad que de forma racional se le pueden exigir a un sector profesional. La última de sus reivindicaciones tuvo lugar en la ventosa mañana de ayer miércoles, donde en la lonja de Almería se realizó una divertida metasubasta que viene a simbolizar lo que sería de España y de la Unión Europea si a su flota pesquera no se le deja trabajar: el producto de calidad pesquero estaría en el metaverso, no en los platos de cada hogar.

“Hoy [por ayer] los barcos están amarrados por el temporal de viento, pero si en el futuro lo están por el temporal de normas y la pesca se acaba, nos encontraríamos con estas cajas que tienen un código QR y van pasando por las cintas ante los pescadores. Hablamos de realidad virtual, de un producto que no existe. Por eso, de forma irónica también, hemos creado ese aroma de gamba roja al ajillo para que en el futuro, cuando las veamos y pelemos de forma virtual, podamos percibir ese olor. Es sátira, es ironía, pero es una forma de llamar la atención porque no nos gustaría acabar así”, decía Javier Garat, presidente de Pesca España, organizador de esta meta subasta.

Como cualquier día, los compradores se han sentado en sus asientos en las lonjas, con sus mandos en las manos. Pero a diferencia de cualquier jornada, en esta ocasión las bandejas salían vacías por las cintas. No había producto fresco, recién pescado, en su interior, sino que un código QR los suplantaba. Fue realmente curioso ver a los allí presentes con unas gafas de realidad virtual marcando el precio de cada caja [vacía de producto] y los trabajadores de la lonja echando hielo al final.

Participando como uno más en la meta subasta, Garat trató de explicar la importancia de la pesca en la sociedad actual y el daño que se le está haciendo desde Bruselas. “Tratamos de llamar la atención con ironía, para que se vea que este sector esencial y estratégico , que produce la proteína ambiental más saludable y con menor impacto de huella de carbono en su producción, que lleva muchos años haciendo unos sacrificios tremendos por conseguir la sostenibilidad en sus tres dimensiones (medio ambiental, social y económica) y que los stock se encuentren en una situación mucho mejor de la que teníamos hace 20 años, a pesar de todos los esfuerzos no se está viendo recompensada por la UE”.

Para que en el futuro la pesca no esté en “peligro de extinción”, el sector va a seguir dando la batalla ante el comisario y, por supuesto, trabajando para seguir recuperando las aguas y los fondos marinos. “Estamos viendo cómo los stock se recuperan, un ejemplo claro es el atún rojo del Mediterráneo. Es una especie que estaba sobreexplotada y hoy en día está en niveles de biomasa históricos, jamás ha estado en tan buena situación desde que se tienen datos científicos. Lo mismo podemos decir de la merluza, una especie muy consumida en España, y así con muchas otras poblaciones”, decía orgulloso el presidente de Pesca España.

Y es que la Comisión Europea legisla mucho en materia de sostenibilidad, pero olvida que además de la medio ambiental, también hay que prestar atención a la social y la económica. “Cuando hablamos de sostenibilidad hay que pensar en las tres dimensiones: podemos ser los mejores del mundo en el tema medio ambiental, pero si no tenemos empresas ni trabajadores, todo esto no servirá para nada. Acabaremos en el metaverso o comiendo productos de países como China, que no tienen los estándares que tenemos nosotros desde el punto de vista de conservación, sanitario, social o laboral”.

El 70% de lo que se consume procede de terceros países

En su atención a los medios de comunicación una vez finalizada la metasubasta, Javier Garat dejó una frase que llamó la atención: “Hoy en día en España y en la Unión Europea dependemos en un 70% de las importaciones con respecto al consumo, ¿queremos que eso se incremente o apostar por la soberanía alimentaria de la UE, favoreciendo el desarrollo de los sectores primarios?”, apuntaba el presidente de Pesca España.

Un dato alto para un país donde el sector pesquero tiene un peso específico tan importante como es España, pero es que está claro que lo capturado por la flota nacional no da para abastacer el consumo de todos los hogares. “Es un dato genérico de España y de la Unión Europea. El 70% de lo que se consume proviene de terceros países. Nuestra producción está en torno a 900.000 toneladas al año no damos para dar de comer a todos los consumidores que hay en España y por eso es necesario la importanción. Las importaciones per se no son malas, las necesitamos, pelo que es mal es la importación que procede de prácticas que no respetan los derechos humanos, las medidas de conservación, las normas sanitarias y que entran en la UE por la puerta de atrás”, decía Garat.

Autoridades pesqueras, con Javier Garat en el centro, a la cabeza. Autoridades pesqueras, con Javier Garat en el centro, a la cabeza.

Autoridades pesqueras, con Javier Garat en el centro, a la cabeza. / P.L.Rodríguez

Como bien aseguraba, el problema no es la importación, sino que el país importador no respete la normativa que sí se exigen dentro de la Unión Europea. “En Europa hay importaciones de muchos países del mundo. El problema que vemos es que de China cada vez viene más, no sólo pescado de barco chino, sino pescado procesado que se pesca en cualquier lugar del mundo y luego se lleva a China para su procesamiento. A nosotros lo que nos preocupan son las actividades ilegales o que no respetan las normas”, como ocurre con el atún: “La UE abre cada año la mano y permiten que 35.000 toneladas de lomo de atún entren por nuestras fronteras y la mayoría viene de China. Es algo que el sector lleva denunciando mucho tiempo y la Unión Europea debería cerrar esas importaciones que lo único que hacen es favorecer la entrada de pescado barato en unas situaciones diferentes a las nuestras”.

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