Finanzas

Vino desalcoholizado, de Almería a Hollywood

  • La Tautila comercializa cinco variedades en unos 25 países. La empresa tiene un contrato de exclusividad en España con una desalcoholizadora alemana, en cuyo proceso no utiliza químicos

Clotilde Durbán de la Bodega La Tautila en Almería

Clotilde Durbán de la Bodega La Tautila en Almería / Javier Alonso (Almería)

La crisis sanitaria derivada de la COVID-19 ha disparado las ventas de vino desalcoholizado desde Almería, ¿moda o una tendencia que se consolidará? El tiempo lo dirá, pero lo que es cierto es que para la Bodega La Tautila la comercialización de sus cinco variedades de vino se ha multiplicado e incluso la firma se ha adentrado en nuevos mercados, exportando actualmente a unos veinticinco países, siendo el primero adonde lo hizo Japón.

Su éxito internacional no es nuevo; es más, desde su constitución hace doce años, el volumen de negocio de La Tautila se genera en el exterior ya que en España sus ventas son residuales, apenas del 0,5%. La empresa que fundó Manuel Salas y que, tras su jubilación, hoy gestiona Clotilde Durbán, quien cuenta como aliadas en la sociedad con sus dos hijas, compra el vino en Castilla-La Mancha, concretamente a una cooperativa en Villarrobledo y, de ahí, lo envía a Alemania a una empresa desalcoholizadora, con la que tiene la exclusividad en España, donde, según la almeriense, con una máquina, a través de conos invertidos, separan el vino del alcohol, sin nada de químicos, a diferencia de otras desalcoholizadoras que lo que hacen es hervirlo y después añadir sustancias para dotar de nuevo a la bebida de olor y sabor.

“En los seis primeros meses del año hemos vendido más que en el ejercicio pasado que fue medio bueno”, señala Durbán. Pero no todo ha sido un camino fácil, es más, con la irrupción de la pandemia estuvo a punto de tirar la toalla; el mundo entero se vio afectado por la crisis del coronavirus y esto le repercutió. “Al empezar la pandemia cerramos y estuvimos dos meses poniendo dinero a la empresa y, pensé: al tercero no le pongo”. Pero en mayo todo cambió, le llamó su cliente en América y le dijo que allí se había disparado la venta online y que le mandase un contenedor con sus vinos, “desde entonces no hemos parado y hemos hecho clientes nuevos en países como Australia, Grecia o Pakistán”. Sobre el motivo del auge en ventas, Clotilde Durbán apunta a la posibilidad de que en estos países, quizás, la pandemia haya hecho que la gente se preocupe más por la salud.

Variedad de vinos y formatos Señorío de La Tautila Variedad de vinos y formatos Señorío de La Tautila

Variedad de vinos y formatos Señorío de La Tautila / Javier Alonso (Almería)

La Tautila, con sede en el Polígono San Rafael en Huércal de Almería, comercializa vino blanco, tinto, rosado, espumoso blanco y rosado, todos sin alcohol, en formatos de 750 mililitros y 250 mililitros o benjamín, como le llaman en la empresa. Lo hace con su marca propia, Señorío de La Tautila, o con la marca que le piden los clientes. Esto segundo, según Durbán, ha contribuido a su resurgir, “no decimos que no a nadie. Si el comprador quiere su marca, nos hace llegar el diseño de su etiqueta y abona la impresión y nosotros etiquetamos sus botellas para que lleguen listas a destino” y, es que, aunque el vino cambie de nombre, sus clientes extranjeros lo que quieren es que sea de origen español. En este sentido, la empresaria detalla que, en sus pedidos a la desalcoholizadora alemana, incluyen botellas que lleven su marca así como otras sin etiquetar, ya que solicitar la inclusión del sello de cada cliente foráneo retrasaría mucho la entrega de pedidos.

Hasta hace dos semanas, según cuenta, etiquetaban cada una de las botellas ‘en blanco’ a mano. Ahora disponen de una etiquetadora que aligera y optimiza el proceso. “Hasta ahora, trabajando hasta ocho personas, hacíamos un palé al día y, ahora, con la etiquetadora podemos dejar preparados entre cuatro o cinco palés diarios y, así, atender de manera más eficiente nuestros pedidos”. Hay que tener en cuenta que, de acuerdo a las palabras de Durbán, en cada palé se incorporan 570 botellas si son de espumoso o 750 botellas de vino o 1.680 botellas en el caso de las mini. Pero los cálculos que hace la firma a la hora de encargar vino embotellado con su marca y sin ella a veces no cuadran y, entonces, emplean una práctica más rudimentaria y artesanal: “Tenemos piscinas en las que metemos las botellas para despegar nuestra marca y reetiquetar con la del cliente”.

Etiqueta para un cliente de La Tautila en Canadá Etiqueta para un cliente de La Tautila en Canadá

Etiqueta para un cliente de La Tautila en Canadá / Javier Alonso (Almería)

Ante el éxito de sus vinos, Clotilde Durbán mantiene la prudencia. Sobre la posibilidad de ampliar el negocio, la empresaria opta por esperar y observar si se consolidan las ventas o de lo contrario se frenan, ya que, por citar un ejemplo, hay nuevos clientes que han hecho pedidos y aún ni siquiera los han recibido. Este es el caso de un cliente australiano, “lo tenemos desde hace cuatro meses y todavía no le ha llegado el pedido que espera recibir esta semana”; en concreto se trata de tres contenedores que van de camino con 11 palés cada uno, de ellos dos contenedores de botellas pequeñas, por lo que más de 40.000 botellas de vino de La Tautila atracarán en puerto australiano estos días. “Sin tenerlo aún, esta semana nos llamó y nos dijo que tiene todo vendido a una cadena de supermercados y nos pidió que le mandásemos otros tres palés por avión”. También comenta otro caso, otro cliente en Rusia que distribuye en unos supermercados compró a la empresa almeriense para Navidad 40 palés de su espumoso rosado. Según Clotilde Durbán en septiembre, de cara a las fiestas navideñas, esperaran un periodo fuerte de ventas. Para ello, la empresa ya se prepara. Hasta ahora, por decirlo de alguna manera, iba sobre la marcha, pero ante el auge de las ventas, la previsión es fundamental para atender los pedidos.

“En cuanto a materia prima no hay problema”, señala Durbán, quien añade que la dificultad radica en la desalcoholización, pues la firma alemana también trabaja para empresas de otros países que, de igual forma que a la de Almería, también se le han disparado los pedidos. En un negocio puramente internacional, jugar con los tiempos es clave. Desde el encargo de La Tautila a recibir las botellas listas de Alemania pasan dos meses y desde su salida de España pueden tardar en llegar en barco a algunos mercados hasta dos meses, como es el caso de Australia; a otros como Canadá el viaje es mucho más corto: “El 20 de julio sale un pedido para Canadá desde el puerto de Barcelona y el 3 de agosto estará allí; sin embargo, a Estados Unidos tarda más”. Ahora ha decidido contar con stock, “Voy hacer como 200 palés, que tras un acuerdo con la desalcholizadora alemana, se van a quedar allí, ya que no tengo infraestructura para almacenar. Cuando tenga la demanda me los traeré, ya que el viaje de la mercancía es de cuatro días desde el país germano a Almería”.

Entre los destinos curiosos de estos vinos que parten desde la provincia almeriense se encuentra, por lo que significa, el 'distrito del cine estadounidense'. Según explica la empresaria, su distribuidor en EEUU, que se encuentra en Beverly Hills, le comentó el pasado año que vendía sus vinos a dos estudios de Hollywood, por lo que no sería de extrañar que alguna copa que se beba en una película o serie norteamericana tenga su origen en Almería sin que alguien se percate de ello. La historia de este cliente de Durbán también llama la atención: 31 años, ingeniero industrial y de origen vasco marchó a Los Ángeles a estudiar un máster y aprender inglés; una vez allí conoció a su pareja y su cuñada estaba embarazada, ésta sabía que en España había buen vino sin alcohol por lo que le pidió a su cuñado que le trajera. “Así empezó y hoy es el mayor distribuidor de EEUU de vino sin alcohol”. Otro mercado remoto es San Cristóbal y Nieves en El Caribe, donde viven principalmente de los cruceros diarios que allí hacen escala, si bien este año con la ausencia de los mismos La Tautila, que mantiene contacto con su cliente de allí, no ha recibido pedidos. También cita Taiwán entre su largo listado.

Espumoso rosado de La Tautila 'benjamín', que hace por encargo Espumoso rosado de La Tautila 'benjamín', que hace por encargo

Espumoso rosado de La Tautila 'benjamín', que hace por encargo / Javier Alonso (Almería)

Como explica Durbán sus ventas en España son escasas, en este país vende a través de Amazon y alguna cadena gourmet o restaurantes árabes. Y es que contar con la certificación Halal es otra de sus bazas, “de hecho la semana pasada salieron muestras para Arabia Saudí”, expone. La Tautila no ceja en su empeño por la internacionalización y sigue registrando productos, tras tocar a su puerta clientes de nuevos países, en Colombia o El Salvador.

Entre los principales consumidores finales, la empresaria destaca las personas con alguna patología, quienes disfrutan del vino pero se preocupan más por su salud y las embarazas. Respecto a lo último detalla cómo una empresa de Miami se ha especializado en baby shower (fiesta para celebrar la futura llegada de un bebé) o en regalos para quienes acaban de dar a luz y, para ello, cuenta con los vinos de La Tautila.

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