Finanzas

La economía social como la “forma inteligente” de generar riqueza

  • Cajamar presenta un nuevo libro de la colección Mediterráneo Económico, coordinado por el presidente de Cepes

  • Las empresas de economía social generan en España el 10% del PIB

Juan Antonio Pedreño, presidente de Cepes, con el presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, y el director de la colección de estudios de Cajamar, Manuel Gutiérrez Navas.

Juan Antonio Pedreño, presidente de Cepes, con el presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde, y el director de la colección de estudios de Cajamar, Manuel Gutiérrez Navas.

El nuevo volumen de la colección Mediterráneo Económico de Cajamar, ‘La economía social en el Mediterráneo’, ya está disponible. La publicación, coordinada por Juan Antonio Pedreño, presidente de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (Cepes) y de Social Economy Europe, era presentada ayer por el propio Pedreño así como por Eduardo Baamonde, presidente de Cajamar, y Manuel Gutiérrez, director de la colección de estudios.

El ejemplar reúne en algo más de 500 páginas los análisis y las opiniones de medio centenar de representantes de la economía social en España y otros países de la región euromediterránea, junto con las valoraciones de altos representantes de Gobiernos y de las instituciones europeas y responsables de diversas organizaciones internacionales. Además de radiografiar la evolución reciente y la situación actual de las empresas de economía social, todos ellos realizan propuestas sobre su contribución para generar soluciones a los actuales retos, como un pilar sobre el que construir un modelo económico más equitativo y justo.

Los autores participantes coinciden en valorar a la economía social como una forma de empresa que, sin renunciar a la competitividad en el mercado y a la innovación, apuesta por situar la persona y la solidaridad en el centro de sus actividades. La economía social se configura así como un actor empresarial clave de las grandes agendas de las organizaciones internacionales, como el Pilar Europeo de Derechos Sociales, que persigue adecuar el modelo social europeo a los desafíos del siglo XXI.

En la presentación de libro, el presidente de Cajamar ponía como ejemplo el protagonismo de las empresas de economía social durante los últimos cincuenta años en el modelo de desarrollo de Almería basado en la horticultura intensiva y su industria auxiliar, si bien, también apuntaba, esta fórmula de participación en la economía está asimismo presente en ámbitos tan dispares como la educación, la salud, la gran distribución o la banca. “Se trata, por tanto, de un segmento clave de nuestra realidad económica, por su relevancia en el empleo, la renta y el bienestar de millones de personas, y por el número de recursos y organizaciones que se movilizan a su alrededor”.

Eduardo Baamonde reiteraba que las cooperativas, y por extensión todas las organizaciones de economía social, son empresas con causa: “La causa del desarrollo económico y del progreso social de las personas”. Y seguidamente señalaba que las empresas de economía social se presentan hoy “como una fórmula prioritaria para la construcción de un nuevo modelo productivo, más eficiente, más sólido, más competitivo, pero también más justo y más equitativo, más sostenible, de cara a la nueva etapa de la economía global que está por venir”.

El coordinador de la obra, Juan Antonio Pedreño, apuntaba que en España la economía social cuenta con una importante presencia socioeconómica y ha experimentado un fuerte desarrollo gracias a que se ha generado un entorno institucional que es un referente internacional. En este sentido, ante los grandes retos y desafíos pendientes de abordar en la escena internacional, precisaba que “la economía social y solidaria no es solo una forma alternativa de aportar valor económico, social y medioambiental sino también una forma inteligente de aprovechar recursos, crear empleo sostenible y generar un crecimiento económico inclusivo en la región mediterránea”.

Según Pedreño: “La economía social representa una parte muy relevante del sector privado de la región euromediterránea con más de 3,2 millones de empresas y 15 millones de empleos. Constituye un tejido empresarial capaz de dinamizar las economías de varios países, en los que supone el 10 % de su PIB, como es el caso de Francia y España”. De ahí la importancia de “repensar el futuro” y “la oportunidad que se nos ofrece para generar, de la mano de la economía social, una zona de prosperidad compartida entre el norte y el sur del Mediterráneo”.

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