La Delegación Provincial de Medio Ambiente de Huelva ha descartado que la bajada del nivel de agua de la Reserva Natural Laguna de El Portil se deba a extracciones artificiales en el entorno de la misma, tras realizar inspecciones en este sentido, por lo que reitera que el estado de este espacio se debe a la escasez de lluvias y a las altas temperaturas registradas en verano, y que se trata de un proceso natural en una laguna mediterránea.

Así lo ha manifestado el delegado de Medio Ambiente en Huelva, Juan Manuel López, que visitó ayer la laguna, donde ha señalado que se han controlado los alrededores “para ver si había algún episodio de extracción del que no tuviéramos constancia y los resultados han sido negativos”. En este sentido, ha recordado el informe técnico elaborado por su departamento el pasado agosto, en el que se afirmaba que el descenso de la superficie del vaso de agua en esta laguna se debía a la escasez de precipitaciones del año en curso y a las elevadas temperaturas estivales, que han motivado una constante evaporación.

Acompañado por el director conservador de esta Reserva Natural, Enrique Martínez, y de las concejalas de Medio Ambiente y de El Portil del Ayuntamiento de Punta Umbría, Bárbara Carrasco y Beatriz Román, respectivamente, el delegado ha afirmado que “tenemos que transmitir tranquilidad, tanto al Consistorio como a la ciudadanía porque es un proceso natural”. Asimismo, ha asegurado que “con las precipitaciones, el humedal recuperará su estado habitual. Tenemos total confianza en ello”.

Acerca de una posible influencia de la presión urbanística en el entorno de la laguna, López ha informado de que hay constancia de que la laguna se ha secado en, al menos, tres ocasiones, en la primera de las cuales “ni siquiera había desarrollo urbanístico en el entorno”.

Asimismo, el delegado ha destacado que la bajada del nivel de agua supone incluso una ventaja desde el punto de vista medioambiental, ya que motiva una eutrofización de la materia orgánica del fondo “a pesar del mal aspecto que presenta en la actualidad”, que las especies no autóctonas no sobrevivan frente a la resistencia de las autóctonas y la purificación del agua. Por ello, López ha indicado que “el estado actual no es catastrófico para el futuro del humedal, ya que las aves volverán a venir cuando haya agua”.

No al mantenimiento artificial

Por otro lado, la Consejería de Medio Ambiente desecha la opción de verter agua procedente de otros lugares, ya que está demostrado científicamente que mantener una laguna mediterránea, sometida a periodos de sequía, de forma artificial perjudica a las especies autóctonas. En este sentido, el director conservador del espacio ha explicado que “la naturaleza no es estática en un humedal y el clima mediterráneo es estresante”, por lo que “hay que tener paciencia, veremos la laguna totalmente recuperada, ya que existen bancos de semillas, plantas adaptadas al letargo hídrico, peces que tienen sistemas de recolonización y aves que vienen de otros espacios”.