La consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Torres, visitó ayer la restauración de la muralla de Adra, en la que se ha invertido más de medio millón de euros. La finalización de las obras ha permitido integrar los restos de esta fortificación en la trama urbana del municipio abderitano.

La actuación, acometida por la empresa adjudicataria Construcciones Velázquez, por un importe de 542.787 euros, ha posibilitado la recuperación de los elementos constructivos, garantizando así su conservación. El plazo de ejecución de la obra ha sido de un año y medio.

La titular de la Consejería de Cultura, que estuvo acompañada de la alcaldesa de Adra, María del Carmen Crespo, ha enmarcado este proyecto dentro del Plan Andaluz de Arquitectura Defensiva, "una iniciativa que tiene como finalidad la conservación y la recuperación de las fortificaciones más destacadas de nuestra comunidad", señaló Torres.

Rosa Torres resaltó que "se trata de uno de los exponentes más representativos de la arquitectura defensiva de la provincia almeriense, un recinto de enorme valor que precisaba de una compleja intervención".

Los trabajos de recuperación, llevados a cabo por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, han consistido en la demolición de los inmuebles, muros y otros elementos que ocultaban los restos amurallados. Además, se ha conseguido consolidar la estructura con intervenciones como la eliminación de tratamientos inadecuados en la muralla, la sustitución de elementos constructivos ajenos a los materiales originales, la limpieza superficial y manual de las piedras y morteros o el macizado de oquedades con mampostería similar a la existente.

Entre las tareas restauración, que han estado dirigidas por el arquitecto redactor del proyecto Nicolás J. Linares, destaca el tratamiento de conservación aplicado a la parte de la muralla en la que se mantiene la totalidad de la mampostería, pero que, a causa de las grietas en la cal, habían quedado elementos sueltos. Asimismo, se ha procedido al sellado de fisuras, la recuperación de los paños de fábrica desaparecidos en zonas puntuales y la restauración de las cornisas.

Este proyecto ha permitido además adecuar y mejorar el espacio público anexo a la fortificación, con la instalación de iluminación exterior, fontanería para riego, nuevo mobiliario urbano y colocación de elementos de jardinería.

La intervención ha posibilitado que los vecinos y visitantes de Adra cuenten con un nuevo espacio de esparcimiento, que permite además mantener viva la historia de este municipio.