El Instituto de Estudios Almerienses acaba de publicar el libro Almería, costa del narcotráfico de José Villanueva Zamora, una colección de relatos donde el autor recuerda momentos, casualidades, anécdotas, que dieron sentido y sabor a un trabajo a orilla del mar, a lo largo de toda la costa almeriense y por otro lado, muestra la cara menos conocida de unos policías que disfrutaban con un trabajo que exigía mucho sacrificio y honestidad y cuya mayor recompensa siempre ha sido la satisfacción por el trabajo bien hecho.

Villanueva Zamora apunta que "lo que se relata en el libro persigue varias finalidades, pero sobre todo busca reseñar la metodología y procedimientos policiales en la lucha contra el trafico de hachís en el periodo que va desde los años ochenta a mediados de los noventa, y que protagonizaron un grupo de policías para los que el trabajo era sobre todo, ilusión, constancia y labor de equipo. Quizá una de las claves de los éxitos estuvo en saber aceptar los fallos, superar los errores y compartir en la misma medida los aciertos".

"Este libro refiere las anécdotas que salpicaron las distintas intervenciones contra el trafico de hachís en la década de los años 80 y 90, aquellas que nunca se contaron y que muchos ni siquiera pueden imaginar, en un recorrido por los distintos lugares de desembarco de alijos de la costa", explica el autor.

La obra cuenta las hazañas del Grupo de Estupefacientes del Cuerpo Nacional de Policía de Almería creado en la década de los 80 del siglo XX que se gestaron a base de grandes dosis de profesionalidad, sacrificio, intuición, capacidad colectiva de análisis y una lealtad inquebrantable entre ellos. El libro narra la historia de aquel grupo que alcanzó tal prestigio profesional que incluso policías de otros países, como Francia, Holanda o Italia requirieron su colaboración en más de un caso. Aún hoy, muchos de aquellos logros son evocados y puestos como ejemplo por las unidades policiales que se dedican a combatir el narcotráfico.

José Villanueva Zamora que nació en Almería en 1947 ingresó en el Cuerpo Nacional de Policía en septiembre de 1970. Estuvo destinado en sus primeros años en Madrid y Barcelona como agente de patrulla. Esa experiencia en contacto directo con la realidad de la calle en las dos mayores ciudades españolas, le hizo desarrollar una extraordinaria intuición en la lucha contra la delincuencia. Estuvo destinado en la Comisaría Provincial de Almería desde principios de la década de los 80.