Fernando Barrionuevo, director de MECA Mediterráneo Centro Artístico ha comisariado la exposición individual Espacios Animados del artista almeriense Juan Morante y que bajo la organización del Museo de las Murallas Reales de la ciudad autónoma de Ceuta se inaugurará el próximo viernes 13 de mayo.

El artista presenta el trabajo plástico de los dos últimos años, trabajo realizado expresamente para esta exposición. Un total de 115 obras pictóricas de gran, medio y pequeño formato y una serie de "instalaciones" en base al reciclado de tubos de cartón pintados con cinta autoadhesiva monocromática, transformando un soporte en apariencia pictórico, en objeto tridimensional y en materia prima para la construcción instalativa.

La obra de Morante es sin duda expresión fiel de su carácter, de su espíritu inquieto y su constancia en todo lo que hace. También es el resultado de una trayectoria profesional y de superación. Arquitecto técnico por la Escuela de Arquitectura Técnica de Barcelona, se licenció en Bellas Artes en la Facultad Alonso Cano de Granada, donde hizo estudios de doctorado y la especialización en grabado. Entre 1981 y 1998 ejerció como técnico del Ayuntamiento de Almería para ponerse al frente, a continuación, del Centro-Museo de Arte de Almería.

Como afirma el crítico Iván de la Torre, Morante ha ido conformando desde los años 80 un lenguaje creativo propio, un lenguaje ambivalente y dinámico, que se ha movido sin complejos y con soltura, alternativamente, entre el mundo de la pasión y el mundo de la razón. El núcleo fuerte de esta exposición lo constituye su posicionamiento crítico contra la pérdida de identidad, sublimado en la imagen transformada del perfil arquitectónico de la ciudad, de su ciudad, Almería, si bien podría postularse como rebelión contra una situación que trasciende lo local.

En referencia a la actitud pictórica de Juan Morante, Fernando Barrionuevo asegura que lo que le preocupa y casi diría le obsesiona es la proyección que de su obra se manifieste desde dentro hacia fuera, desde la órbita de lo pasional hacia la esfera espacial. De sus explícitos gestos lineales surgen de manera reiterada figuras geométricas salpicadas en su mayoría, y como si de una tendencia se tratase, de múltiples ventanas en cubículos abiertos.