Cultura

Rocío Dúrcal no se merecía broncas

La familia Morales anda enfrentada por el patrimonio que les lega la matriarca María de los Ángeles Heras, Marieta, Rocío Dúrcal. En el próximo marzo se cumplen tres años de su muerte (cómo pasa el tiempo) y sus hijos y marido mantienen una bronca que, pese a ser un asunto que siempre debió quedarse en el ámbito íntimo, se acrecienta por momentos. Aquellas propiedades que la madrileña ganó durante tantos años de rancheras y sonrisas se tuercen entre malas caras y enfados mayúsculos.

Carmen y Antonio, los hijos mayores del matrimonio, critican que el padre haya aireado en sus memorias detalles privados de la vida familiar y a Junior se lo van a poner más difícil para el reparto de bienes después de que éste se quejara públicamente de llevarse la peor parte. Los hijos han llegado a presentar una demanda y tildan al progenitor de oportunista, de sacar partido personal a la tragedia que vivieron juntos. A Shaila, la pequeña, la que ha conseguido ser heredera musical de la madre, le envuelve un enfrentamiento que considera desproporcionado, ya que es partidaria de una solución 'diplomática', una resolución que lave los trapos en casa. En las de cada uno.

La familia Morales ocupa de nuevo las portadas por peleas que vienen a empañar el nombre y los recuerdos de una cantante y actriz que veló por una imagen feliz e impecable. Malas noticias que arañan la memoria de una persona tan querida en tantos sitios.

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