Teatro

La magia del teatro revive los sueños de Alfonso X en una gran puesta en escena en el Apolo

  • El público disfrutó de la magnífica interpretación de una obra sobresaliente del ciclo Delicatessen

Jesús Lozano interpretó a Alfonso X.

Jesús Lozano interpretó a Alfonso X.

Una de las virtudes del teatro, sobre todo cuando tienen una inspiración histórica, es poder revivir de forma vívida determinados acontecimientos acaecidos tiempo atrás. Alfonso X es uno de los personajes más fascinantes y destacados de la historia de España y él es el protagonista de la obra Alfonso X, la última cantiga, que se pudo disfrutar en el Teatro Apolo, en el marco del ciclo Delicatessen que produce Axioma dentro de la programación de invierno puesta en marcha por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería. Una obra de la compañía María de Melo Producciones y La Diosa Cómica.

Con un magistral Jesús Lozano como autor del texto, director y protagonista, el elenco se completó con Inma Cedeño en el papel de la reina Violante de Aragón, y con un cuadro de músicos que también interactúa en la obra, como Marina Haberkorn, de voz límpida en la interpretación de las cantigas que ejercían de eslabones y transiciones entre las distintas escenas, Pablo Cantalapiedra como soldado e hijo fallecido, María José Pire como música de la corte y Enrique Pastor como juglar y al mando de la dirección musical.

La obra se compone de siete cuadros, precedidos cada uno de ellos por la interpretación de una cantiga, en lo que viene a ser un apasionante viaje a las entrañas de Alfonso X. Una travesía desde el recuerdo del pasado prometedor a su presente desolador; un tránsito feroz desde sus esperanzas por ser nombrado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y cambiar definitivamente la forma de gobernar, a la pérdida de sus aspiraciones al título.

No falta en el recorrido menciones a su íntimo deseo de impulsar las artes y las ciencias, de regenerar el reino, de otorgarle un único fuero, a las constantes insurrecciones de nobles descontentos con su política; un viaje apasionante por sus anhelos y propósitos truncados por la prematura muerte de su primogénito Fernando, por la posterior guerra civil con su segundo hijo, Sancho, en litigio por los derechos sucesorios, por la huida de su mujer, la reina Violante con los infantes de la Cerda.

Las cantigas interpretadas fueron la Cantiga 302 A Madre de Jesú­Cristo, Cantiga 344 Os que a Santa Maria, Cantiga 379 A que defende do démo as alas dos pecadores, Cantiga 100 Santa Maria, Strela do dia, Cantiga 1 Des oge mais quer’eu trovar, Cantiga 235 Como gradecer ben­feito é cousa que muito val y Cantiga 166 Como podem per sas culpas.

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