El mes de septiembre entró la puerta de nuestras vidas hace unos días. En unas semanas tocará despedirse de un verano más, mientras la vuelta al cole y el retorno a la rutina se encuentran cada vez más cerca. Con la aparición de septiembre se cierra el mercado de fichajes estival. Un mes el finalizado que ha sido de actualidad constante en lo que concierne a la UDA con la llegada de Turki Al-Sheikh a la propiedad rojiblanca. Tiempo de momentos para recordar, como aquel sábado en el que el jeque citó a la plantilla en Almerimar, la despedida de Alfonso García, la rueda de prensa de Mohamed El Assy o la llegada del delantero Darwin Núñez al aeropuerto de la entidad indálica, por citar alguno de los más reseñables. Un periodo a nivel periodístico que ha sido el más duro hasta la fecha para el aquí firmante, si bien he de reconocer que también ha sido la ocasión en la que más he disfrutado en esta profesión tan costosa. Un mes en el que escribe estas líneas ha tenido el placer de cubrir el día a día del conjunto rojiblanco. Más de una decena de incorporaciones y numerosas salidas, en su casi totalidad contratados este verano por la anterior dirección deportiva, han sido contempladas por el autor de estas líneas que están leyendo. Un cambio radical en el fútbol almeriense, aunque también para esta provincia del sureste de la península ibérica. Un mes, el de agosto, que se puede calificar de locura después de todo lo acontecido con las incorporaciones más costosas en la historia del club rojiblanco o con la destitución a dos semanas de comenzar el curso de Óscar Fernández, entre otras tantas noticias desarrolladas en estas fechas atrás. Todo marcado por la venta de la totalidad de las acciones que se encontraban en los bolsillos de Alfonso García. Una venta de la UD Almería que se había sondeado tiempo atrás, pero no fue hasta agosto cuando se convirtió en una realidad.

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