Vuelve la Liga, tras el pasado fin de semana copero, y uno solo puede pensar en las horas que faltan para que vuelva a entrar en escena la UDA de Sadiq -y 10 más-. El delantero nigeriano del Almería se ha vuelto imprescindible en el equipo y ya casi que en la competición: tras su última exhibición ante Alavés, ha empezado a sonar para clubes de superior categoría como Valladolid. Y no sé si marea más ese y algún que otro canto de sirena más o menor real o que el club se remita a una cláusula de 50 kilos para su delantero estrella.

Estamos hablando del doble de lo que se sacó por Darwin el pasado verano y que ya nos parecía una pasada. Porque lo era y lo sigue siendo. Pero a rey muerto, rey puesto y Umar I de mi vida y de nuestros corazones vive y reina por la felicidad de la parroquia rojiblanca. Próxima cita y oportunidad para disfrutar de su magia, ante Sabadell. Día del Señor, dos de la tarde, en el estadio almeriense del Mediterráneo.

Otra ocasión en la que brillará el sol, como el sábado pasado a mediodía en la anterior ronda ya superada en Copa, que traerá el miércoles por la noche a otro rival norteño de Primera como es Osasuna. Todo apunta, como dejó entrever Gomes, a que en Liga sí que juegue toda la artillería y los partidos coperos, al menos este de octavos de nuevo entre semana, vuelvan a ser para los menos habituales en el once.

Todo ello sería bastante lógico pensando en el siguiente compromiso, justo tres días después y también en casa ante Castellón. Porque esto no para. Pero si de ese trío de partidos en menos de una semana se sale bien parado, sería motivo de celebración, pasado ya el ecuador de esta atípica y pandémica temporada. Sin relajaciones. Pero con todo el merecimiento para fumarse un puro, habano o nigeriano. Puro espectáculo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios