Análisis

César Vargas

Fue un buen año

No necesitas que ocurran desgracias a tu alrededor para saber lo afortunado que eres

El afán de protagonismo es muy propio del ser humano. Si muere un famoso, subo la foto que me hice con él en 2011 cuando me lo crucé por Gran Vía. Si Notre Dame se incendia, rebusco la instantánea de mi viaje a París de 1998 para mostrarles a todos que yo estuve allí. Si se termina el 2020, subo un mensaje a redes diciendo que al fin acaba esta odisea. La cultura del yoísmo. La del me afecta esto más a mí que a nadie. La del y yo más.Sin embargo, algunos preferimos al ejarnos de este bullicio. Kobe Bryant nos dejó y no teníamos ninguna camiseta de los Lakers que lucir. Maradona murió y no recordábamos ninguna jugada suya que compartir. Quino se fue y no éramos fanáticos de Mafalda. Pau Donés hizo lo propio y no tuvimos la necesidad de compartir una canción suya. Lo asumimos sin alborotos. Sin dramas. Sin protagonismo. Algo similar sucede con este año que ha expirado. Mi 2020 fue, en términos generales, bueno. Nadie me quitó mi viaje veraniego. A Menorca esta vez. Tampoco olvido que, en enero, pude ir a Dublín y Belfast o que el puente del Día de Andalucía, justo antes de que todo detonara, lo pasé en Cádiz viendo a mi Almería. Disfruté de nuevo del fútbol, por cierto, con los rojiblancos rozando el ascenso a Primera. En agosto superé la COVID con éxito, apenas unas fiebres y diarreas, y seguí al lado, con precaución, de mis familiares, mi novia y mis amigos, que están sanos, aunque me hubiera gustado ver más a mi abuelo y mis abuelas. Ahí es donde está mi espinita. Momentos que no vuelven mientras el tiempo sigue pasando. Y así se ha ido el año. Rápido para unos. Lento para otros. Nos dicen que en este 2020 hemos aprendido a valorar lo que era la felicidad. Sin embargo, muchos ya lo sabíamos. Porque no necesitas que ocurran desgracias a tu alrededor para saber lo afortunado que puedes llegar a ser. Tampoco necesitas forzarlas para ponerte a la par del resto. En eso consiste el respeto a quienes, de verdad, lo han pasado tan mal por el maldito coronavirus. Ojalá la vacuna ponga fin a todo en este 2021. Feliz año.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios