A contracorriente

Veo al Almería noveno y no me lo creo, cuesta digerirlo tras un lustro repleto de negatividad

No sé si ya toca ilusionarse o no. No lo sé, de verdad. Yo, de momento, prefiero mantener la cautela. Es cierto que el equipo encandila por momentos. Podía estar el Reus en frente, sí, pero pocas veces hemos visto tal superioridad de nuestro lado en los últimos tiempos. Quizá deberíamos ver un cinco en nuestro casillero para creérnoslo. Quizá no. Parece claro que algo ha cambiado, mi duda es por cuánto tiempo. Seguramente casi ese lustro viendo al equipo en el fondo de la tabla, bien fuese Primera o Segunda, haya instaurado ese ambiente de negatividad. De pensar que lo malo, tarde o temprano, llegará. Será cosa mía y me limita a disfrutar a tiempo completo de una plantilla que ahora sí va sobre raíles. Veo al Almería noveno y no me lo creo. Cuesta digerirlo. Los tiempos recientes han sido tan destructivos que cuesta digerir una alegría. Es buena metáfora. He mirado la clasificación varias veces esta semana para cerciorarme que es cierto. Que Fran Fernández le ha quitado los complejos a esta entidad. Que ha demostrado que los recursos solo son una excusa para justificar rendimientos. El almeriense ha creado un bloque compacto y ha limpiado a un vestuario aniquilado mentalmente. También relajado. No vamos a engañar a nadie si decimos que el plantel actual tiene menos talento que anteriores. Mucho menos. Solo basta recordar la nómina de jugadores tras el descenso. Pero tiene alma, algo intangible, pero que también marca diferencias. Más si cabe en el segundo peldaño. Ahora viene una pequeña cuesta que ayudará a calibrar con más exactitud en qué nivel está verdaderamente el equipo. De momento, el zurrón está lleno, lo que ofrece tranquilidad. De Córdoba es clave salir sumando y la brecha seguirá teniendo más puntos. Porque al final, aunque vaya en contra de la euforia colectiva, lo primero debe ser sellar la permanencia. A partir de ahí…Lo que está claro es que este Almería provoca ganas de verlo. Que no es poco.

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