La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

¡Ay, que me troncho!

Lo que ha hecho la Comisión es ponerle una tirita a un cadáver. Santa Cruz está más muerto que Marley

Cuando a Rosendo Cebolleta y a Pancracio Trapisonda -padres de las familias Cebolleta y "Trapisonda (un grupito que es la monda)" creadas por los geniales Vázquez e Ibáñez para el DDT" y el Pulgacito- les daba un ataque de risa decían "¡ay, que me troncho!"; y los dibujaban literalmente partidos por la mitad, con un gozne sujetando el tronco a las piernas. Así me quedé, tronchado de risa, cuando leí que la ínclita Comisión Provincial de Patrimonio Histórico ha informado desfavorablemente sobre la reforma de una casa de Ximénez de Enciso para transformarla en apartamentos turísticos "por considerar que la modificación de la tipología altera la estructura arquitectónica del Conjunto Histórico de Sevilla, al contravenir lo recogido en el artículo 21.3 de la Ley de Patrimonio Histórico Español" que establece que la conservación de los Conjuntos Históricos declarados Bienes de Interés Cultural "comporta el mantenimiento de la estructura urbana y arquitectónica, así como de las características generales de su ambiente".

Un momento. Déjenme recobrar la respiración que tanta risa ahoga. ¿Mantener la estructura urbana y arquitectónica y las características generales del barrio de Santa Cruz? Pues entonces la Comisión lo tiene claro; porque las características del barrio, tras el número de licencias concedidas por el Ayuntamiento para bares, restaurantes, veladores, hoteles y apartamentos turísticos, consisten en ser un apelotonado comedero, perder todos los servicios relacionados con la vida cotidiana de sus cada vez menos o más hartos y acosados vecinos, despedirse de Mateos Gago tal y como se ha conocido desde 1929, ver cómo se destrozan sus antiguas casonas del XVII y el XVIII para convertirlas en hoteles o sufrir que la plaza de Doña Elvira sea un restaurante al aire libre. ¿De puñeteras estructuras y características generales del ambiente hablan los señores y señoras de la Comisión?

Lo que han hecho es ponerle una tirita a un cadáver. Porque Santa Cruz está más muerto que Marley, el difunto socio de Scrooge de quien en el inicio de Canción de Navidad se dice que "estaba más muerto que el clavo de una puerta". Lo sé porque viví en él de 1963 a 1965 y vivo desde 1982 hasta hoy. Más de la mitad de mi vida. Suficientes años para saber de qué hablo. ¿Entonces se puede hacer allí lo que se quiera? Es lo que se ha hecho hasta ahora. Y ya es demasiado tarde.

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