Eduardo martín del Pozo, el asombro

Martín del Pozo expone una serie aún en construcción, en pleno proceso de creación, que se fundamenta en la intuición

Meca Mediterráneo Centro Artístico, sede de PhotoESPAÑA 2019, clausura en estos días el proyecto expositivo del artista Eduardo Martín del Pozo, bajo el cuidado del comisario de arte Fernando Barrionuevo. Para esta ocasión el autor nos presenta una composición plástica compuesta por piezas que forman parte de los trabajos más recientes del artista realizadas durante el período 2013-2018.

Eduardo Martín del Pozo expone una serie aún en construcción, en pleno proceso de creación, que se fundamenta en la intuición, la voluntad y en el pensamiento, a través del cual establece una comunión entre ser y la materia. Para ello, a través de la visión de las dos grandes vías de investigación pictórica del último periodo del trabajo del artista, Crippled Symmetries, y las series "florales" (Diabelli fleurs, Wintergarten, Syncope', etc), contrapuestas en muchos sentidos y desveladas en las exposiciones de MECA en 2009 y 2012.

El autor, en su último estadio de creación (2013-2018), nos presenta su nuevo viaje en el que sus conceptos estéticos han adquirido una mayor dimensión, gracias a la investigación y la exploración, fusionando el color, desde la conciencia simbólica que emana de él, como herramienta de percepción y de convivencia entre el alma y el cuerpo. Donde se establece que la luz vertebra la materia, en busca de su origen, plasmando sus matices, conviviendo con el espíritu y que, en un ademán de adquirir vida propia, se funde en el espacio que habita la obra y que interviene como elemento vivo en el mundo. Otras de las cuestiones que nos desvela el autor madrileño es la geometría y su trazo en el tapiz. Cómo el volumen cobra autonomía propia por medio de cada una de las pinceladas que se desatan desde la mano del artista y que impacta con la superficie, donde la arquitectura también se torna como un elemento de gran importancia a la hora de ejecutar cada una de esas ensoñaciones, en cada una de sus obras. Fracturadas, representado la contradicción propia del orden, convirtiendo las formas verticales y horizontales en formas oblicuas, curvas y orgánicas, tal y como sucedía en las series "florales" de Crippled Symmetries, generando y representando el ritmo suicida de la vida, donde el espectador puede palpar el movimiento, la vitalidad, la vida que irradia de la materia, en un diálogo interdisciplinar entre la forma y la sustancia, acercándose al asombro y el abismo.

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