Opinión

Antonio Hernando Vera

Abogado

Intolerancia tuitera

Un grupo de más 150 escritores e intelectuales estadounidenses progresistas ha suscrito una carta "sobre la justicia y el debate abierto". El manifiesto tiene su origen en las protestas contra el racismo y a favor de la inclusión que se han producido en EEUU en los últimos meses. Este grupo de intelectuales, declaradamente favorables a las demandas de justicia social e igualdad, alertan sobre la intolerancia de determinadas actitudes y comportamientos surgidos en torno a ese movimiento.

Según este grupo de intelectuales "las fuerzas del iliberalismo están ganando fuerza en todo el mundo y tienen un poderoso aliado en Donald Trump, que representa una amenaza real para la democracia", pero los mismos autores advierten de que "la inclusión democrática que queremos se puede logar solo si hablamos en contra del clima intolerante que se ha establecido en todos los lados". La crítica tiene su origen en que los guardianes de las supuestas esencias del movimiento se han dedicado a cargar contra todo pronunciamiento que no se ajustase a los cánones que ellos mismos han establecido, especialmente a través de las redes sociales. Cualquier matiz, cualquier reflexión que se haya salido de las estrictas normas dictadas por la brigada tuitera, ha sido condenada y despedazada en cuestión de horas en la plaza pública de la red.

Al propio manifiesto le ha pasado lo mismo, incluso algunos de sus firmantes, ante el aluvión de ataques tuiteros, ha pedido retirar su firma de la carta. En la izquierda liberal americana se ha desatado una especie de caza de brujas que carga contra todo aquello que no se ajusta a la ortodoxia. Con ello se está impidiendo incluso el propio debate, coartando la libertad de expresión y condenando al ostracismo a los que disienten.

Recientemente, en España, cuando se pedía moderación y reflexión a los partidos tras la grave situación creada por el COVID-19, con el fin de llegar a acuerdos que dejasen a un lado diferencias y reproches, la jauría de las redes disparó contra los supuestos "equidistantes buenistas". Muchos pensamos que no somos indiferentes ni equidistantes, pero que no estamos dispuestos a someternos a una atmósfera sofocante que reprime la moderación y el debate. Twitter tiene muchas ventajas, entre otras porque ha democratizado la opinión y el acceso, pero también tiene algunas derivas que si no se frenan potenciarán la intolerancia, restringiendo la libertad.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios