El Pingurucho

aDRIANA vALVERDE

Parking chapuza

Lo ocurrido aquí confirma lo que ya veníamos observando: que la empresa municipal ‘Almería XXI’ no es de fiar

Hace unos días tuve la oportunidad de visitar el parking que ha construido la empresa municipal de la vivienda ‘Almería XXI’ en la calle Arráez, junto con un grupo de vecinos afectados por la chapuza que ha llevado a cabo el Ayuntamiento en pleno Casco Histórico de la ciudad. Nada más entrar tuve la impresión de encontrarme en mitad de una obra a la que todavía le faltan muchos remates o en uno de esos edificios fantasma que quedaron sin completar en la crisis del ladrillo. Escaleras oxidadas, goteras, grandes huecos entre los ladrillos, escalones de diferente altura, puertas de emergencia que chocan entre sí, bisagras sueltas, tuberías sujetas con bridas de plástico, clavos de gran tamaño que sobresalen de los muros, suciedad por doquier y hasta goteras una semana después de la ligera lluvia con la que nos obsequió el cielo a los almerienses el sábado 9 de marzo.

Me pregunto qué clase de empresa pública es ésta, que entrega una construcción, evidentemente, sin terminar y que actúa de forma tan arrogante con los futuros propietarios. Para el recuerdo quedará la respuesta de la concejala del ramo en el pleno del Ayuntamiento asegurando que quien no quiera escriturar que no lo haga. ¿Así vamos a llenar de vida el Casco Antiguo de Almería, un barrio que es víctima y rehén desde hace más de veinte años de las políticas de la derecha en nuestra ciudad ?

Lo ocurrido aquí confirma lo que ya veníamos observando: que la empresa municipal ‘Almería XXI’ no es de fiar porque pretende timar a estos vecinos, lo mismo que hizo con los jóvenes propietarios de las viviendas de la Avenida Vílches, a quienes incrementó el precio de los pisos establecido en el contrato. Es posible que la vergüenza de verse sorprendidos en aquella ocasión les haya hecho buscar una nueva estrategia que los economistas definen como “reduflación” y que consiste en abaratar el producto a toda costa para mantener los precios. Si fueran galletas habrían reducido el chocolate y aumentado el azúcar. En el caso de este parking la estrategia ha consistido en entregar un edificio sin terminar, en condiciones inasumibles por los compradores y, encima, decirles a la cara que ‘son lentejas’.

Cada vez son más los almerienses que sufren la arrogancia con que el PP dirige nuestro Ayuntamiento. A todos ellos, abrimos las puertas de nuestra sede para buscar una solución.

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