Dios, Patria y Rey

Juan Francisco Rojas

La clase política debemos pedir perdón

Complejo, incertidumbre, alarma, caos, pérdidas, cancelación, desolación, teletrabajo, confinamiento...y crisis, son algunas de las palabras más utilizadas estos meses, para describir lo que hemos vivido durante la pandemia. Sobra reiterar el insólito escenario al que se ha sometido la humanidad, en este año tan bonito, desde el punto de vista numérico...2020, y derivado de esa belleza o del destino, quien sabe, caprichoso y delicado. Desde nuestra posición , nos estrenábamos como grupo municipal y provincial, en el apoyo de unos presupuestos para la Diputación y Ayuntamiento esperanzadores y ambiciosos, en la tarea de trabajar en pro del interés de los ciudadanos, para mejorar la calidad de los servicios públicos, afrontar inversiones que ayudaran al desarrollo económico y social y por supuesto intentar, en la medida de lo posible, aliviar la carga impositiva, dado el más que probable ambiente de superación de la crisis financiera que arrastramos desde 2008 .Y como no, dar la batalla de las ideas desde la administración local frente al mal entendido progresismo. En definitiva, a cambiar las circunstancias, no a adaptarnos a ellas. Todos cometimos errores, probablemente derivados del desconocimiento y novedad del escenario y de la manipulación de información. No es justo buscar culpables, pero sí es muy necesario depurar responsabilidades y pedir perdón por los errores. En el mes de marzo existía información objetiva de la gravedad del virus y su poder de expansión. Siento decir que la clase política no hemos estado a la altura de las circunstancias. Estamos obligados a pedir perdón a la sociedad. Se han manipulado datos y cifras.Se ha mentido con los expertos que tomaban decisiones. Se ha errado en las decisiones y en los medios, poniendo en juego las vidas de nuestros profesionales. Se han cambiado criterios y rectificado en multitud de ocasiones. Se ha jugado a hacer política de esta situación. Y, por contra, colectivos como los sanitarios, las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, el ejército, los transportistas y agricultores, instituciones de la Iglesia,la sociedad en general, nos han dado una lección en todos los sentidos. Aprendamos de nuestros errores y afrontemos los nuevos retos del 2021 en unidad, desde la perspectiva de la responsabilidad de todos los implicados, para intentar recomponer esta situación de crisis económica y social que ha maltrecho la sociedad. Esfuerzo, coordinación y lealtad serán las premisas esenciales y la base desde la que tenemos que trabajar. Por mi parte, además de poner todo mi esfuerzo y dedicación, a Dios le pido por un futuro mejor para nuestra querida Patria. Feliz Año Nuevo

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