Las perseidas iluminan el cielo

Esta próxima madrugada es el momento más idóneo para disfrutar de las perseidas o Lágrimas de San Lorenzo

No es la única ni la de mayor actividad, pero sí la lluvia más famosa. Vuelven un año más, fiel a su cita, las perseidas, uno de los acontecimientos más sorprendentes que tienen lugar en el firmamento.

Las llamadas "lluvia de estrellas fugaces" son en realidad una lluvia de meteoros que desde el pasado día 10 de agosto se pueden observar en la bóveda celestial. Esta próxima madrugada es el momento más idóneo para disfrutar de las perseidas o lágrimas de San Lorenzo, que son llamadas así porque coincide con la festividad de este santo, cuando comienza a verse estos astros.

Hace varios años y fui reincidente varios más, desde el Planetario del Parque de las Ciencias de Granada, de disfrutar de las Noches de Astronomía. Sesiones en la que los asistentes, sentados cómodamente en sillones reclinables mirábamos al cielo para observar las perseidas, al tiempo que un astrólogo iba narrando lo acaecido en el firmamento.

Perseidas es el nombre con el que dichas estrellas fueron bautizadas, por venir de la constelación de Perseo, que a su vez se llama así en honor al héroe que acabó con la vida de Medusa.

Para todos aquellos que les guste soñar mientras observan el firmamento, les puedo decir para que el disfrute sea total: Buscar sitios oscuros donde no haya obstáculos y sin contaminación lumínica. Mirar desde una posición cómoda, a ser posible en una colchoneta o mantas para estar tumbado en el suelo o mejor, una clásica tumbona de playa. Tener compañía, ya que las perseidas no tienen una actividad constante. Si se va fuera de la ciudad, al campo o a una montaña, llevar ropa de abrigo y una buena linterna para orientarse. No olvide algo de comida porque la noche se puede hacer larga. Esas noches un cielo agradable y oscuro nos cubrirá para una buena exhibición de al menos cien estrellas por hora. Esas estrellas fugaces son visibles a simple vista. Solo nuestros ojos. No hacen falta telescopios, ni prismáticos debido a que al tener aumentos, solo nos permitiría ver regiones concretas y pequeñas del cielo. Necesitamos el mayor ángulo posible de visión. Nuestros ojos necesitan acostumbrarse a la oscuridad, algo que suele durar unos veinte minutos, así que paciencia porque está usted a punto de ver un auténtico ballet de luces de fuego fugaces en el firmamento de Almería.

En esta concreta ocasión, "el cielo no puede esperar".

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