Tribuna

JOSÉ Mª MARTÍNEZ DE HARO

Escritor y periodista

Respire hondo, diga dic-ta-du-ra

Los bachilleres de la LOGSE ignoran que Cuba fue una provincia española, como Lugo, Cáceres o Almería hasta 1.898. Los lazos de fraternidad que unen a Cuba con España son inabarcables e imposibles de entender para los más conspicuos ignorantes que ha producido el sistema educativo en España. El desgarro que produjo la independencia tras una cruenta guerra civil entre españoles peninsulares y criollos dejó una huella profunda en la sociedad española que expresó con amargura la llamada generación del 98. La Perla del Caribe no ha alcanzado la felicidad y la prosperidad imaginada en su andadura independiente. Tras apenas 58 años después de la independencia y unos gobiernos caóticos, aquellos criollos dieron paso a una revolución que igualmente ansiaba felicidad y prosperidad. Los sueños se truncaron en 1.956 con la llegada al poder de los hermanos Castro constituidos en saga hereditaria con el sello de calidad del comunismo al amparo de la extinguida URSS. Desde entones las penurias de todo tipo han postrado a la isla en una situación de pobreza y hambruna y una sociedad sometida y vigilada por la policía y reprimida por el ejército como sostén de este régimen liberticida y sanguinario. Han trascurrido sesenta y dos años y Cuba sigue sumida en la peor de las situaciones imaginables; ni alimentos básicos, ni medicinas, ni vacunas, ni asistencia hospitalaria adecuada ni ninguna de las libertades que soñaron aquellos criollos independentistas. Como cabria imaginar este régimen dictatorial ha propiciado una economía fallida basada en un sistema estatalista que fue sostenido por el comunismo internacional y singularmente la URSS pero que ahora no tiene patrón que le cobije antes la desnudez de la hambruna y la postración de los isleños. Y es por esta y otras muchas razones que los cubanos han vencido el miedo ya que no pueden vencer el hambre y han comenzado a manifestarse en pueblos y ciudades reclamando Libertad bajo el grito de Patria o Vida en clara repulsa al grito revolucionario castrista de Patria o Muerte. La muerte ha acampado en Cuba al ritmo de las ejecuciones que han dejado un rastro de criminalidad difícil de olvidar e imposible borrar. Hasta ahora mismo. Ante la evidencia y el horror de una situación conocida en el mundo al Gobierno de España, sus Altos Beneficiarios y aliados mediáticos tal que el director del diario El País, les cuesta trabajo estirar el maxilar y pronunciar alto y claro la palabra DICTADURA. Tan difícil les resulta que la evaden incluso recurriendo a eufemismos tan ridículos como insufribles para millones de españoles y cubanos. Las recién estrenadas y muy aseadas Ministritas de Turno se pronuncian sobre Cuba como si se tratase de una campaña de detergentes. El Ministro de Exteriores hace alarde de cinismo como corresponde a su militancia y su cargo. De haber un ápice de verguenza sería sencillo describir una realidad palpable que desde antiguo se la califica de dictadura. Poco importan los miles y miles de detenidos, torturados, vigilados y reprimidos que gritan LIBERTAD, menos aun que una periodista española corresponsal de ABC este detenida y acusada de graves cargos solo por informar de lo que está ocurriendo en la isla. España tiene obligaciones imperecederas con Cuba y una de las más esenciales es solidarizarse sin complejos con las aspiraciones del pueblo cubano apoyando sus legítimos derechos de vivir en libertad. Pero este Gobierno prefiere contentar a sus socios comunistas y traicionar a los cubanos por aquello de la permanencia en el poder que es sabido tiene muchas servidumbres. Como corresponde a los comunistas de pro, todos los miembros de Podemos, Más Madrid, En Comú, las CPUs, y sus marcas blancas se alimentan del estalinismo aceptando de facto los más de cien millones de muertos causados por el comunismo según acaba de puntualizar el historiador francés, antiguo militante comunista, Stefan Courtois en una segunda edición de su reconocida obra El Libro Negro del Comunismo. Ante la magnitud documentada de los crímenes de Stalin, Lenin y Mao, las cifras de los crímenes del régimen comunista de los hermanos Castro habrán de ser bastante aceptables para cinco Ministros del Gobierno de España. Queda manifiestamente claro que para estos aguerridos militantes lo de España no es una democracia y lo de Cuba, Nicaragua o Venezuela no son unas dictaduras, de lo que cabe deducir que las líneas que distinguen y separan la democracia de la dictadura apenas son perceptibles. Será por ello que todos los comunistas se sienten más confortables y seguros con una dictadura, como en Cuba. Ocurre que el Gobierno de España se viene expertizando en traiciones; a los principios, a los valores, a las reglas democráticas, y ahora al pueblo de Cuba al que no apoya de manera cierta en su ansia de libertad. Prefiere soportar los telediarios con noticias de nuevas detenciones, represión y tortura, de falta de alientos básicos, de falta de vacunas y medios sanitarios, de falta de libertad con tal de contentar a los cinco socios comunistas en el gobierno que apenas representan al nueve por ciento de os españoles. Es incomprensible el esfuerzo por mantener una apariencia, faltar al rigor intelectual y moral atendiendo a razones de puro beneficio personal como hace Pedro Sánchez y sus adheridos. Otra ocasión perdida para mostrar cómo una democracia se enfrenta a la brutalidad de una dictadura con los medios adecuados; la descalificación sin rubor y las ayudas oportunas al pueblo de Cuba, no para paliar esta ola de hambre sino para que puedan gobernar sus destino por la vía de la democracia y la paz. ¿Quienes defienden de manera cierta los derechos de los cubanos a su libertad?, esta Europa democrática ha de mostrar al mundo su compromiso ineludible con la libertad, pero en esta ocasión se pronuncia con eufemismos y lugares comunes que no resuelven ni resolverán nada sobre la tiranía que oprime a los cubanos desde hace sesenta y dos años. En cambio los órganos de poder de la UE se preparan muy diligentes y avisan de duras actuaciones contra los Gobiernos (elegidos democráticamente) en Hungría y Polonia por sus políticas en relación a los LGTXYYWZ. Es realmente vergonzoso el éxito del lobby de izquierdas que actúa eficazmente en la UE donde el gobierno social comunista de España tiene terminales de influencia y decisión tal que José Borrell y otros aborregados. Estas jornadas por la libertad son de carácter histórico para Cuba, para América y para España. No hubo protesta semejante en tantos años de dictadura, ahora algunos imaginan la posibilidad de un cambio de régimen. Pero esto no puede ser exclusiva responsabilidad de los cubanos, sin ayuda exterior los esfuerzos de los más valientes fracasarán ante el muro de una tiranía que tiene en el ejército y la policía sus aliados privilegiados. Frente a ellos un pueblo hambriento y exhausto ante el temor a la pandemia y la crueldad de la dictadura. Todos a una; respiren hondo y digan alto y claro; DICTADURA. Y a continuación; LIBERTAD.

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