Tribuna

javier Ángel SorianO trujillo

Subdelegado de Defensa en Almería

450 años de la rebelión de los moriscos

450 años después, algunos pretenden mantener una visión romántica del asunto que en nada tiene que ver con la realidad política del momento

450 años de la rebelión de los moriscos 450 años de la rebelión de los moriscos

450 años de la rebelión de los moriscos

Se cumplen 450 años de la Rebelión de los Moriscos en la Alpujarra, hecho histórico que debe ser analizado en el ámbito de la compleja situación política internacional a la que se enfrentaba en esas fechas nuestro Rey Felipe II, con frentes abiertos en la península italiana (freno al poder de los franceses), en Centroeuropa (lucha contra el protestantismo), en el Mediterráneo (contención del Imperio turco) y conquista de América. Aunque el periodo histórico que se conoce como Rebelión de los Moriscos se inició en 1568, realmente desde el mismo momento de la Toma de Granada, los musulmanes, población mayoritaria en la Alpujarra, convirtieron este territorio en un baluarte, favorecidos por lo abrupto del terreno, promoviendo repetidas rebeliones que se extendieron desde 1500 a 1570. En la primera insurrección se apoderaron de casi todas las plazas fuertes de la comarca, forzando al propio Rey Fernando a asumir el mando de las tropas enviadas para pacificar el territorio; pero la rebelión quedó latente, y ni con la rigurosa pragmática sanción promulgada por el Rey Carlos I en 1526, y posterior más dura del Rey Felipe II en 1567, se logró poner fin al conflicto.

Ante la amenaza de extenderse la Rebelión a Murcia y Valencia, Felipe II tuvo que detraer tropas de choque (los temidos Tercios) de los frentes italiano y Flandes, generándole una situación de debilidad internacional que fue aprovechada por los turcos para establecer una serie de bases permanentes en el Mediterráneo Occidental que asegurasen su dominio, y por Guillermo de Orange para recuperarse su derrotada revuelta inicial, llegando este a decir sobre los moriscos un año después de iniciada la Rebelión que: "Es un ejemplo para nosotros que los moros puedan resistir tanto tiempo aunque son gente sin más sustancia que un rebaño de ovejas. ¿Qué podría hacer entonces el pueblo de los Países Bajos? Veremos qué pasa si los moriscos aguantan hasta que los turcos puedan ayudarlos".

Los moriscos, atrincherados en el inaccesible terreno alpujarreño, confiaban en una vuelta de Al Ándalus, posibilidad acrecentada por el cada vez mayor dominio del mar por los turcos, por lo que las concesiones que se les hicieron, no consiguieron su objetivo de integración, manteniendo su religión, lengua, ritos, vestimentas y costumbres, festejando las victorias turcas y colaborando con una piratería berberisca cada vez más activa desde sus bases en los cercanos Peñón de Vélez, Argel, la isla de los Gelves (Yerba) y otros. Almuñécar y la misma Valencia llegaron a sufrir ataques y perder miles de habitantes esclavizados.

Conforme el poderío turco se asentaba en el Mediterráneo occidental, la simple piratería dio paso a incursiones de mayor entidad que despoblaron algunas zonas costeras y llegaron a bloquear el comercio del levante y el sur mediterráneo andaluz. En 1558 desembarcaron en Nerja 4.000 musulmanes y el mismo año arrasaron Ciudadela (Menorca), donde hicieron 3.000 esclavos, dejando deshabitada Formentera; en 1559 asaltaron el castillo de Fuengirola; en 1563 el almirante turco Dragut devastó las costas de Granada y marchó con 4.000 esclavos; en 1565 derrotaron a las tropas españolas en Órgiva y regresaron a sus bases con más esclavos. Las ciudades norteafricanas llegaron a albergar miles de esclavos cristianos españoles. En estas incursiones, los moriscos actuaron como guías, informadores y saboteadores.

Con una Alpujarra poblada mayoritariamente por moriscos, Felipe II tuvo que tomar medidas drásticas para asegurar este territorio. Pero aun así, en Nochebuena de 1568, apenas sofocada la primera revuelta protestante en Flandes, se alzaron los moriscos, teniendo que movilizarse hasta 20.000 soldados para acabar con la rebelión en una lucha sin cuartel por ambas partes, antes de que pudieran intervenir los turcos y complicarse la situación en Flandes. Esta rebelión afectó directamente a la seguridad e integridad de nuestro territorio peninsular y a la estabilidad interna del Reino en una situación geopolítica muy compleja y que terminó con la derrota sin condiciones de los moriscos, a los que se les respetó la vida, dispersándoseles por toda Castilla, en contraposición a la respuesta dada por la Corona inglesa a los católicos, o por los turcos a los cristianos. 450 años después, algunos pretenden mantener una visión romántica del asunto que en nada tiene que ver con la realidad política del momento.

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