Tribuna

Juan José García

Experto en Inteligencia Económica y Competitiva

La difícil relación de la UE con Rusia

El Consejo Europeo ha instado a Rusia a que asuma plenamente su responsabilidad a la hora de garantizar la completa aplicación de los acuerdos de Minsk

La difícil relación de la UE con Rusia La difícil relación de la UE con Rusia

La difícil relación de la UE con Rusia

En La relación de la Unión Europea con Rusia nunca ha resultado fácil. El régimen ruso y en especial la forma de gobernar del presidente Putin, la agresividad en muchos de sus planteamientos de política exterior, la anexión de Crimea, la sospecha de estar detrás de muchos ciberataques, su interés por influir en aspectos importantes de la política interna de los países occidentales y un largo etcétera han generado una gran desconfianza e incluso sanciones por parte de la UE.

Pero, a pesar de todas las dificultades, el interés de la UE siempre ha sido tender puentes con el fin de establecer un marco de relaciones bueno para todos, como correspondería entre dos bloques importantes que además son vecinos. En esa línea, en las vísperas de la última reunión del Consejo Europeo que tuvo lugar a finales del mes de junio, Alemania y Francia hicieron pública su propuesta de "resetear" las relaciones de la UE con Rusia mediante una nueva estrategia que implique una mayor relación, siguiendo la estela de la reunión de los presidentes Biden y Putin celebrada días antes en Ginebra.

Es sabido que las relaciones de Alemania con Rusia son muy estrechas y que la canciller Merkel mantiene contactos con Putin a menudo y en un intento de mejorar las relaciones proponía que la UE invitara al presidente Putin a la próxima reunión del Consejo. Su propuesta fue apoyada por el presidente Macron y, en paralelo, los embajadores de los dos países trasladaron la misma en las reuniones de embajadores de todos los países de la UE.

La propuesta no fue bien recibida ni por los países bálticos ni por Polonia, que quieren una relación de línea dura con Rusia, porque sufren las consecuencias de la política rusa en primera persona. Además, dicha propuesta es también contraria a las recomendaciones previas de la Comisión Europea en las que se hablaba de una espiral negativa en las relaciones UE-Rusia y "la necesidad de contrarrestar las acciones malignas rusas". La división de opiniones sobre esta proposición ha hecho que su toma en consideración se haya aplazado en espera de ver la evolución de las relaciones entre ambas partes. En las conclusiones de la reunión del Consejo se menciona que "la UE está comprometida con un planteamiento europeo unido a largo plazo y estratégico en lo referente a sus relaciones con Rusia y espera que los dirigentes rusos muestren una implicación y un compromiso político más constructivos y pongan fin a las acciones contra la UE y sus estados miembros, así como contra terceros países". El Consejo Europeo ha instado a Rusia a que asuma plenamente su responsabilidad a la hora de garantizar la completa aplicación de los acuerdos de Minsk, alcanzados en febrero de 2015 para el alto el fuego inmediato y completo en las zonas de Ucrania donde aún había enfrentamientos, como condición esencial para cualquier cambio sustancial en la posición de la UE. En las conclusiones también se insta a que los estados miembros "den una respuesta firme y coordinada a toda la actividad maliciosa ilegal y perturbadora ulterior por parte de Rusia haciendo pleno uso de todos los instrumentos de que dispone la Unión Europea". El Consejo Europeo reitera la disposición para una colaboración selectiva con Rusia en ámbitos de interés para la UE y fundamentalmente en asuntos como el clima y el medio ambiente, la sanidad, en cuestiones de política exterior y de seguridad, como los conflictos de Siria y Libia y la lucha contra el terrorismo, y mantiene la condena de las limitaciones a las libertades fundamentales en Rusia y la reducción del espacio para la sociedad civil.

Se trata de una agenda de temas muy amplia y no debería ser difícil avanzar en ella por ser beneficiosa para todos, pero cuando se trata de Rusia la lógica del interés común no siempre coincide. Ya se avanzó en su día cuando se le permitió ser miembro del G7 y cuando llegó a participar en las reuniones de alto nivel de la UE, pero todo se suspendió por la anexión de Crimea en 2014 y la posterior crisis con Ucrania. Seguramente se volverá a intentar de nuevo por la UE, pero los gestos de buena voluntad tienen que venir de las dos partes para que sean efectivos y la historia nos enseña que, en el caso de Rusia, no suele ser así

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