Miles de personas participaron ayer en Madrid en la marcha Sí a la vida que protestó contra la "cultura de la muerte". Los asistentes a la manifestación lamentaron la existencia de leyes como la del aborto y la eutanasia.

"Urge un fuerte sí a la vida por los más inocentes y débiles, a quienes se considera un derecho quitarles la vida, por las madres que necesitan ayuda en su embarazo, por quienes necesitan cuidados especiales en cualquier momento de su vida, por todos", afirmó la portavoz de la Plataforma Sí a la Vida y presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida, Alicia Latorre, en una rueda de prensa previa para ofrecer todos los detalles de la marcha.

Desde 2003, cada 25 de marzo se celebra el Día Internacional de la Vida

Impulsada por esta plataforma, la protesta estuvo apoyada por unas 500 asociaciones y entidades provida. La marcha partió a las 12.00 del mediodía de la calle Serrano de la capital y discurrió hasta la Plaza de Colón, con los participantes -alrededor de 23.000 según la Delegación del Gobierno en Madrid y unos 50.000 según los propios organizadores-, muchos de ellos jóvenes, llevando globos verdes y banderas de España.

La protesta contó con la presencia de representantes de Vox, como el portavoz de la formación en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros; la diputada en la Asamblea madrileña, Rocío Monasterio, y el portavoz en el Ayuntamiento de la capital, Javier Ortega Smith.

Los asistentes a la concentración portaron carteles, muchos con dibujos de fetos o fotos de bebés, en los que se podían leer consignas como: Sí, soy persona y tengo derecho a la vida, ¿Este es el latido que queréis ocultar?, Aborto y eutanasia, genocidio partitocrático, "Cada vida importa o Aborto = terrorismo, entre gritos de: "Sí a la vida y no al aborto".

En Colón, donde los organizadores ubicaron un escenario, se realizó un acto con testimonios y la escucha de una ecografía acompañada de un minuto de silencio "en recuerdo de niños que no llegaron a nacer y todas las víctimas de la eutanasia y la cultura de la muerte".

Este acto fue presentado por los influencers Carla Restoy y José Martín Aguado, y entre los testimonios se escuchó el del influencer, fisioterapeuta y profesor de la Universidad Francisco de Vitoria, Pablo Delgado de la Serna, quien contó que vive con diálisis por una enfermedad que le ha "cortado las alas en muchas cosas", pero con la que, igualmente, mira al futuro. "A pesar de tener un 81% de minusvalía, Dios me hizo el mejor regalo que me podía hacer, la vida", subrayó.

En la cita, que concluyó con la suelta de los globos verdes con el grito al unísono de "sí a la vida", también se leyó un manifiesto. En concreto, las asociaciones provida que forman la plataforma reclaman "no rendirse" para defender la vida "desde su inicio a su fin natural", y alzar la voz "por los que no la tienen". Así, ponen en valor "la vida, la familia y la maternidad".

El evento también estuvo amenizado por la música de DJ Juan Herranz y terminó con un breve concierto en el que ha sonado el himno Que viva la vida, creado por Hermanos Martínez.

La celebración del Día Internacional de la vida el 25 de marzo se instauró en 2003, durante el primer Congreso Internacional Provida, tras una encuesta mundial contestada por más de 20.000 grupos y asociaciones de más de 20 países de Europa y América. En 2011 acordaron que crear una plataforma con el nombre y lema Sí a la vida, que cada año este acto en torno al 25 de marzo.