Hay una frase que dice que "para problemas extremos se necesitan soluciones extremas". Eso han debido de pensar los vecinos de un edificio de Vera en el que la mitad de las viviendas están okupadas. Este miércoles por la tarde los propietarios de dos de las casas que se han quedado "libres" decidieron tapiar puertas y ventanas para evitar que lleguen nuevos inquilinos indeseados.

El edificio Pawuy, en las calles Ingeniero José Moreno Jorge y calle Julio Romero de Torres, es uno de los que más damnificados por la oleada de okupas que sufre Vera en los últimos años. Según cuenta Carmen Montoya, una de las vecinas y propulsora de una asociación vecinal para luchar contra esta situación, "en el edificio ya hay 22 viviendas okupadas".

Por eso andan vigilantes para advertir cuando alguna de las casas se queda libre y poder actuar, como hicieron este miércoles tapiando las entradas de dos de las casas que dan a la calle Julio Romero de Torres. Casi a las seis de la tarde llegaron los albañiles cargados con ladrillos y cemento y apenas una hora habían sellado la entrada al pequeño porche y los ventanales.

Los albañiles tapian la entrada a las viviendas en la calle Julio Romero de Torres, en Vera.

Desde los balcones, algunos de los okupas observaban el trabajo de los albañiles. "Oye, que no salga en las fotos que yo no vivo aquí", gritó una de ellas ante la llegada de Diario de Almería. El entorno de la calle Ingeniero José Moreno Jorge de Vera es el punto caliente de la okupación ilegal de viviendas. Aunque también se han dado casos en la Urbanización Verasol, la calle Clavel (en todo el centro del municipio), o en la Urbanización Las Adelfas (junto a la ciudad deportiva), por citar solo algunos ejemplos.

"Los okupas han puesto alarmas en las casas"

En el edificio Pawuy, la tranquilidad de hace unos años ha desaparecido. La mayor parte de las viviendas pertenecen a entidades bancarias y fondos buitre, que por lo general no se preocupan de su situación, según relatan los vecinos.

Hace apenas un lustro la vida era muy diferente en este edificio, con dos piscinas en un gran patio central. Los veranos, los vecinos disfrutaban de las zonas comunes, dándose un baño tranquilamente. Ahora eso es imposible. "Hace tres años que no se abre la piscina", asegura Carmen Montoya.

Edificio Pawuy en Vera, donde han tapiado dos de las viviendas para evitar okupaciones.

De hecho, los okupas se han "adueñado" de las zonas comunes. "Sacan las sillas, las guitarras y hacen vida en las zonas exteriores", aseguran. Es más, "cuando fui a poner internet en casa me di cuenta de que habían cambiado la cerradura de la caja de conexiones y tenían ellos la llave", cuenta Carmen.

Es más, los vecinos se han dado cuenta incluso de que algunos okupas han instalado alarmas de seguridad en las viviendas. "Uno de los propietarios puso una puerta antiokupas, de máxima seguridad, y la rompieron con una radial", lamentan. 

Esa es la situación a la que se enfrentan cientos de veratenses a diario. Según los datos con los que cuenta el Ayuntamiento de Vera hay unas 150 viviendas okupadas en la localidad. El concejal de Seguridad Ciudadana, Alfonso García, señala que “desde el Ayuntamiento solo podemos evitar fraudes de cortes ilegales y, para ello, hablamos con las empresas que prestan el servicio de agua y electricidad”.

Una comisión antiokupas

En el mes de septiembre, el Ayuntamiento de Vera decidió crear una comisión municipal antiokupas para trabajar en la resolución de este problema. Según señalan desde fuentes municipales, se ha incrementando la seguridad ciudadana en el municipio, potenciando el papel de la Policía Local (con un nuevo grupo de intervención) e intentando acabar con los 'okupas' que tanto daño están haciendo en Vera.  

En este sentido, "desde el Ayuntamiento se están tomando todas las medidas que permite la ley, dentro de las competencias municipales", aseguran. 

El objetivo de la comisión municipal es proteger los derechos constitucionales de los legítimos dueños sobre las okupaciones ilegales y, sobre todo, amparar a aquellos vecinos que padecen este tipo de actuaciones, con los problemas que les generan en sus comunidades.