La ciudad y los días
Carlos Colón
Nacimientos y ayatolás laicistas
El mariposaario de Níjar, uno de los tres que existen en Andalucía junto a los de Málaga (en Benalmádena) y Granada, reabre mañana sus puertas al público, coincidiendo con la estación de la primavera.
Este negocio privado, que gestionan dos socias, retoma su actividad con algunas novedades. La presencia de nuevas especies autóctonas europeas es una de ellas. Este muestrario siempre ha expuesto ejemplares de origen tropical, pero su importación se ha visto dificultada a causa de la COVID-A19.
“Esperamos tener una temporada mejor que la del pasado año, cuando solo pudimos abrir nueve semanas”, ha explicado Evelyne Tofer, una de las dos promotoras de este negocio privado, a la agencia Europa Press, Este singular parque zoológico solo pudo exhibir sus ejemplares entre los meses de junio y septiembre de 2020.
Ubicadas en una finca en el paraje de Hualix, a la entrada de la Villa de Níjar, sus instalaciones están preparadas para acoger a 300 ejemplares de más de 15 especies distintas y el inicio de la temporada concede a los visitantes la posibilidad de descubrir la metamorfosis de estos lepidópteros. De hecho, según descubre Tofer, ya se han producido “bastantes” nacimientos”.
Las emprendedoras de este mariposario están persuadidas que la sexta temporada de su negocio “será complicada”, no solo por los condicionantes sanitarias, sino también por “la actividad en sí misma”. Los diferentes ejemplares vuelan en libertad en un jardín y pueden ser contemplados por los visitantes, quienes reciben durante una visita guiada algunos conocimientos básicos con las claves del ecosistema de las mariposas.
La segunda novedad tiene que ver con una oferta complementaria. Así, las promotoras de esta actividad ofrecerán parrilladas de carne variada o de pescado fresco del día durante los fines de semana de mayo en su terraza-jardín, previa reserva, y aconsejable para planificar la visita.
El centro tiene como objetivo ofrecer visitas guiadas en español, francés, alemán e inglés en torno a un jardín de unos 500 metros cuadrados en el que se crían las diferentes especies de mariposas. El jardín voladero ofrece a las diferentes especies los recursos que necesitan para su desarrollo en condiciones de semilibertad, con lo que se encuentra protegido para favorecer todos los procesos en los que se dan el ciclo vital desde la oruga hasta la mariposa.
La fecha elegida para dar oficialidad a la reapertura de este mariposario no es un hecho alimentado por la casualidad, sino que es el resultado impuesto por la propia naturaleza y por la causalidad, Las razones tienen una íntima relación con los usos y costumbres de estos lepidópteros. “Las mariposas son muy sensibles a las temperaturas. En la temporadas invierno, no eclosionan y dejan de volar sobre las 17:30 horas de la tarde, cuando el sol cae y baja la luz”, explican.
El precio de las entradas , de 9 euros para adultos y de 7 euros para niños entre 3 y 11 años; jubilados, discapacitados y desempleados, incluye una visita guiada de unos 20 minutos, paseo libre por el jardín voladero sin límite de tiempo y una bebida refrescante. Los visitantes pueden recrearse en su entorno y observar y disfrutar de un espectáculo único y maravilloso como es el del nacimiento. Las mariposas tienen una media de vida que va de unos días a varios meses. Las fases del ciclo son huevo, larva, pupa (crisálida) y adulto. Se puede ver el pupario, un armario donde están las crisálidas meticulosamente colgadas. Este mariposario consta de un jardín de una superficie de unos 500 metros cuadrados y dispone de plantas y flores nectaríferas, con caminos y fuentes y espacios de descanso sombreados. Sus impulsoras no quisieron crear un ambiente tropical, sino “un jardín de estilo nijareño”, donde la plantas comparten protagonismo con las mariposas, ya que se necesitan unas a otras.
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