Una lata de tomate, una pata de una silla, un carrillo de metal medio oxidado, un trozo de tela vaquera y unas gomas de riego. Así, de primeras, pueden sonar a basura. Productos que, por desgracia, se encuentran habitualmente en los vertederos. Sin embargo, estos residuos pueden tener más de una vida, gracias al reciclaje o la reutilización. Así, por ejemplo, han acabado formando parte de un belén muy original: el que se ha inaugurado este viernes en la Plaza de los Cuatro Caños de Vera.

Las concejales del Ayuntamiento de Vera junto a la técnico autora del belén en la inauguración.

Por cuarto año consecutivo, el Ayuntamiento ha instalado un nacimiento ecológico con el que lanza un mensaje de respeto al medioambiente, apelando a la reducción, reutilización y reciclaje de los productos. Su autora, Mónica Motos, afirma que la iniciativa surge como “un lugar de esparcimiento donde se haga una llamada a la reflexión sobre el excesivo consumo que hay en épocas como la Navidad”. En su origen se realizó como un proyecto de carácter socio-cultural de participación ciudadana con un grupo muy enriquecedor de personas entre ellas mujeres adultas, hombres de mediana edad, jóvenes e incluso niños “donde cada uno aportó sus mejores destrezas y cualidades. Un espacio de esparcimiento social, educación y sensibilización ambiental donde se muestra que los residuos pueden reutilizarse y transformarse en arte haciendo un uso consciente de los mismos”.

El nacimiento cuenta con el portal, con la Virgen, San José, el niño, el buey y la mula; una pastorcilla con sus ovejas; un árbol de botellas de vidrio y los tres reyes magos.

Pesebre con residuos.

El belén cuenta con un 95% de productos reciclados, mientras que el resto son anclajes y pinturas. La mayor parte de los residuos proceden de la actividad agrícola, como gomas de riego (en el techo de pesebre), mallas térmicas (para la lana de las ovejas), tuberías (para el árbol o uno de los camellos) o garrafas (en el suelo del portal). Además se han usado otros materiales, como ropas viejas y cortinas para confeccionar los trajes de los personajes; neumáticos, cartones y periódicos, zapatos, tetra pack, latas, piezas mecánicas, revistas, residuos marítimos encontrados en las playas, etcétera.

La concejal de Consumo, Ana Lourdes Ramírez, ha destacado que se trata de “una iniciativa completamente innovadora de bioconstrucción de un portal de belén navideño enmarcado en un programa de educación y sensibilización ambiental”. La edila ha reconocido que “desde el Consistorio queremos predicar con el ejemplo hacia nuestros vecinos en estas fechas navideñas en un consumo consciente y responsable de los recursos, donde no todo consista en comprar-tirar-comprar, sino con creatividad, dedicación y cariño se puede hacer un uso respetuoso de los recursos naturales reciclando, reutilizando y reduciendo el consumo y por supuesto, disfrutando, como es el caso, de nuestro belén navideño”.