Consejos para una buena recuperación de los costaleros

Semana Santa

Es importante tener algunos puntos en cuenta con el fin de evitar lesiones mayores

Un costalero, durante un ensayo en esta Cuaresma.
Un costalero, durante un ensayo en esta Cuaresma. / Marian León
Julio Gonzálvez

29 de marzo 2024 - 11:00

Si hay algo que es muy llamativo en la Semana Santa es el intenso trabajo de los costaleros llevando durante horas los pesados pasos por las calles de Granada. Un trabajo que, si no se realiza una correcta recuperación podría acarrear problemas físicos.

Ir bajo un paso no es una tarea fácil ya que supone un gran esfuerzo físico ya que la carga es muy alta y el tiempo es bastante prolongado. A la vez la postura no es la más adecuada en muchas ocasiones. Muchos de estos costaleros incluso participan en varias procesiones de diversos días.

Al finalizar la Semana Santa es común que puedan aparecer algunas molestias o lesiones, que pueden aparecer por desconocimiento del propio costalero o por la falta de preparación física.

Síntomas

  • Dolor en la zona lumbar, dorsal o cervical.
  • Cervicalgia y lumbalgias.
  • Contracturas.
  • Lesiones e inflamaciones en articulaciones.
  • Dolor y lesiones en rodillas y tobillos.
  • Agravamiento o producción de lesiones discales (protrusiones y hernias)
  • Lesiones en cuadriceps, isquiotibiliales, gemelos y abdominales.
  • Sobrecargas musculares

Para evitar estas lesiones es recomendable que tras finalizar la jornada se realicen una serie de indicaciones que ayudarán a prevenir o paliar en mayor medida estas lesiones:

  1. Es importante que al finalizar el costalero se quite las protecciones lentamente.
  2. Realizar estiramientos varios de los grandes grupos musculares, tanto de la espalda como del miembro inferior para relajarlos.
  3. Aplicar frío en la zonas de mayor sobrecarga (baños parciales en agua fría para relajar la musculatura y activar la circulación).
  4. Rehidratarse (aunque esto es igualmente importante durante el trayecto y no solo al terminar).
  5. Ingerir comida adecuada en pequeñas cantidades y no excederse.

Si finalmente se ha producido una lesión importante es recomendable acudir a un fisioterapeuta para que ayude en la recuperación y aplique un tratamiento correcto. Es importante saber que cada paciente se trata de manera individualizada según la valoración que realiza el fisioterapeuta.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es realizar una buena preparación antes de empezar con el intenso esfuerzo físico que conlleva ir bajo un paso. Esto se puede resumir en visitar a un médico o especialista y realizar un chequeo lo más completo posible para ver el estado de salud. Entrenar y realizar ejercicio previo también es una buena idea.

Durante el recorrido también se debe tener especial atención a cualquier síntoma que pueda aparecer, hidratarse y comer correctamente, llevar ropa adecuada y cómoda y calentar y estirar bien los músculos

Hermano costalero

Qué alegría siente tu Cristo cuando te ve!! Cuando te tiene delante hablándole, pidiéndole y llenándote de su Amor. Qué alegría tiene Jesús porque no eres tú el que lo elegiste a Él para llevarlo sobre tus hombros. Fue Él, Padre de Misericordia, que a pesar de todo, de todas tus infidelidades, te llama, te ha escogido y te quiere, se deja, está contento de que lo cargues por las calles de Almería para que Él sea Dios y Señor, para que lo muestres a todos sus hijos.

Puede que te sientas un poco incomprendido porque muchos piensan que no estás ahí por fe. Pero tantos ensayos, tantos esfuerzos y tanto amor que dejas a chorreones de sudor por nuestras calles no dicen lo mismo de ti. Me impresiona ver lo que eres capaz de hacer por tu Cristo, por el Cristo de tu Hermandad. Eres hombre de fe, esa fe a tu manera, que como un catequista enseña a los suyos quién es Dios y que se ha entregado por todos nosotros, tú nos lo muestras sufriendo por nuestra salvación. Y si haces todo eso por fe y por amor a Dios ¿qué más cosas puedes hacer por Él? Vive como un buen cristiano y entonces serás un buen costalero, de esos que tu Cristo se siente orgulloso de llevar en su cuadrilla.

Hace falta tener mucha fuerza para llevar el paso de misterio o el paso de palio, esa fuerza solo sale de tu cuerpo. Pero sobre todo lo que hay que tener es la fe y la vida entera puesta en Ese que llevamos entre todos. Hace falta mucha fe y mucha confianza en Jesús porque su paso no se lleva solo con las fuerzas de los hombres, sino sobretodo, con la fuerza de Dios. Y si tú lo llevas a Él, ¿quién te lleva a ti? Él es tu costalero.

Tú, como promesa, penitencia o simple donación, sin esperar ni querer nada a cambio, experimentas grandes sentimientos y emociones, lo que en estos tiempos puede considerarse un privilegio.

En el nerviosismo de los prolegómenos los más antiguos tranquilizan a los que empiezan y el capataz controla que cada uno esté en su sitio ya marcado con antelación. Tras la bajada del faldón del paso, todos expectantes aguardan la señal seca del martillo. En la salida, el paso cimbreando hace subir el clamor popular, ya estáis en el cancel de la puerta principal y a los sones de la Marcha Real se advierte la belleza del momento. Con la cerviz en el varal y acompasado por las marchas procesionales o en el susurro del rachear de las zapatillas, avanza en la tarde-noche y acusa ya su cansancio; su cuerpo dolorido se aproxima a los últimos esfuerzos. La recogida, la entrada en su templo es especialmente emotiva. El olor a cera y la flor pinchada se mezcla con la intensidad de la noche que se echa encima.

En la puerta del templo se producen los últimos rezos por saetas y una cercana nostalgia del alma lo espolea en su entrega, sacando las últimas fuerzas de flaqueza. Ya dentro, y arriado el paso, la voz del capataz resuena por última vez ¡¡Ahí queda!!

Que yo me sienta satisfecho solo al saber que Tú te vas contento porque sobre sus hombros te ha llevado un buen costalero.

Todos deberíamos ser buenos costaleros, de esos que no se descuelgan nunca y no cargan con su peso a los demás. Ser de esos costaleros que no pretenden el sobresalir ni el vivir aprovechándose de los otros.

stats