Los huercalenses se echaron a la calle la noche del viernes para acompañar a los cofrades del Paso Negro que en la Muerte de Jesus conmemoran su día grande dentro de los actos litúrgicos de la Semana Santa de Huércal Overa, que se despide con un buen sabor de boca y la alegría de que ninguna de las hermandades se hayan quedado sin procesionar.

La suntuosidad, el orden y la seriedad marcó el discurrir de la Pontíficia, Real, Venerable e Ilustre Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Sepulcro del Redentor que realizó su Estación de Penitencia con sus cuatro imágenes titulares: Cristo en la oración en el Huerto, la santísima Virgen del Río, el Cristo Yacente en el santo sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad bajo palio.

En el apartado musical, contó con una alta calidad de bandas. Actuaron la Agrupación Musical Virgen del Río de Huércal-Overa, la Banda de la Brigada de La Legión Rey Alfonso XIII, la banda de CCTT San Miguel Arcángel, la banda de música de Dalías o la de Cornetas y Tambores Asunción. Todas estas agrupaciones guiaron el paso de costaleros, nazarenos y demás miembros del cortejo de cada uno de los pasos durante la procesión.

Aunque unas horas antes, y como es habitual las bandas de música celebraron un pasacalles tras el encuentro que celebraron en las plazas Cura Valera y de la Constitución. Un acto que reunió a muchos vecinos deseosos de conocer a las formaciones que pondría la nota musical a los cofrades del Paso Negro.

El Viernes Santo, pero en horario matinal, salió a la calle Nuestro Padre Jesús Nazareno en su subida al Calvario. Una procesión que es la Titular del Paso Morao, pero en la que los penitentes suben casi todos cumpliendo promesas y que es seguida por todos con independencia del paso al que pertenezcan.