Lulu, el joven de San Roque que a comienzos de enero de este mismo año asesinó a Salvi, el empresario gaditano de 33 años, también habría acabado con la vida de otro hombre hace ocho años. 

Los hechos ocurrieron en agosto de 2016, cuando se estaba celebrando la feria de la localidad. La víctima, un hombre de 44 años, había salido del recinto ferial, ya de madrugada, e iba paseando hacia su casa cuando Lulu lo arrolló en mitad de la calzada, matándolo en el acto. Su cabeza impactó contra la luna del vehículo y lo desplazó hasta 20 metros, pero éste en ningún momento se paró a socorrerlo. Decidió darse a la fuga. Quienes encontraron el cuerpo fueron agentes de la Benemérita que no pudieron hacer nada por él. En ese momento se abrió una investigación para dar con el autor del homicidio. 

Cuatro horas más tarde Lulu se presentó en el cuartel de la Guardia Civil, junto a su padre y su abuelo, para confesar los hechos. Antes de reconocer lo que había hecho, el joven acudió a un taller para reparar la luna de su automóvil y al darse cuenta de que así podía levantar sospechas, se trasladó a un descampado y terminó de romperla. Luego, en un acto de arrepentimiento, decidió contar lo sucedido y explicó a los agentes en qué sitio había dejado el vehículo con la luna destrozada. 

No hay delito

Desde el momento en el que ocurrieron los hechos la familia del hombre de 44 años ha estado luchando porque se haga justicia, ya que Lulu en ningún momento cumplió condena por lo sucedido. Desde hace ocho años los hermanos de la víctima están pagando, de su bolsillo, numerosas pruebas periciales para demostrar que Lulu cometió un homicidio. 

La excusa que puso él fue que se asustó y se dio a la fuga, pero lo hace aludiendo a que el hombre murió en el acto. La ley recoge que existe un delito de omisión de socorro cuando la víctima es susceptible de ser socorrida, es decir, cuando aun está viva. Si la víctima ha muerto no se la puede socorrer. A pesar de que Lulu huyó del lugar de los hechos sin saber si el hombre había muerto, es este argumento al que se agarró para sortear la cárcel. 

Tras conocer esta noticia, la familia de Salvi se pregunta, ahora, si el joven empresario seguiría vivo si Lulu hubiese estado en prisión por dicho atropello.